Estimados amigos:
Escribo estas lineas con tremendo pesar por lo
sucedido al noroeste de La Paz, en lo que supongo territorio poblado por muchos
hermanos aymaraes, que si así no fuera igual me causarian una profunda congoja
en su condición de seres humanos golpeados por una tremanda
desgracia.
No se que pueda hacer algo para ayudar desde donde
me encuentro en argentina, pero en nuestra religión nos enseñaron que la caridad
bien entendida empieza por casa, y si bien me asusta el drama del pueblo de Irak
más me preocupa el de mis hermanos cercanos, por supuesto dejado de lado por los
medios de mi país a quienes les importan mas los sucesos que ocurren a 20.000
kilómetros de distancia porque dan 20.000 veces mas rating.
Vayan mis horaciones por quienes están sufriendo en
nuestra querida cordillera, a ellos el mundo también se les derrumbó sobre sus
cabezas.
Con un abrazo triste
Carlos
|