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From: pedro
Sent: Friday, July 01, 2005 2:09 PM
Subject: [listaGCE] Declaración

Contra los fastos por el XXX aniversario de la proclamación del rey de España
Juan Carlos I: “No toleraré que nadie hable mal de Franco en mi presencia”
Víctor Díaz-Cardiel
Rebelión/Unidad Cívica por la República

El 18 de julio de 1978, la Casa Real, publicó el siguiente texto, jamás rectificado: "Hoy se conmemora el aniversario del alzamiento nacional, que dio a España la victoria contra el odio y la miseria, la victoria contra la anarquía, la victoria por llevar la paz y el bienestar a todos los españoles. Surgió el ejercito escuela de virtudes nacionales y a su cabeza el generalísimo Franco, forjador de la gran obra de regeneración".

Estaba aprobada la constitución

Esta es la regeneración de que hablaba el texto de la Casa real, no ha sido corregido ni rectificado jamás.

192.684 ejecutados y asesinados (1939-1945), incluyendo 30.000 que continúan desaparecidos (en el año 2004).

¿Qué ha hecho la monarquía en estos 30 años? ¿Qué han hecho los gobiernos democráticos?

- 14 años de gobierno PSOE de Felipe González: mirar para atrás.

- Decir: la Guerra Civil, la posguerra y sus protagonistas eran pura arqueología, resto del pasado, que había que traspasar a toda prisa. “Alejarnos lo más rápidamente posible de aquella España negra que creíamos olvidada”

- “Organizar desfiles e invitar e invitar a estos a fascistas de la división azul y antifascistas de la división Leclerc”. Las opiniones son de Alfonso Guerra, Bono, N. Redondo (hijo), Felipe González.

El gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero que tiene “un fuerte compromiso”, que no tuvo el primer gobierno del PSOE de Felipe González, en la recuperación de la memoria histórica. Ha dictado los decretos siguientes:

1. Real Decreto 1891/2004, de 10 de septiembre, por el que se crea la comisión interministerial por el estado de la situación de las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo.
2. Dictamen de 23/12/2004, de la comisión de expertos (17) acerca de los papeles del archivo de Salamanca. Resolución del gobierno 28/12/2004, favorable al dictamen de la comisión.

3. Real Decreto del 3 de diciembre de 2004 por el que se pone en marcha la comisión que va a organizar y coordinar, entre otras efemérides, el XXX aniversario de la proclamación de Juan Carlos I como rey de España. La comisión la presidió Mª Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta del gobierno.

¿Para que esta celebración?

¿Porqué un partido que se reclama de republicanismo cívico celebra, a todo fasto, esta subida al trono de quien no es capaz de ser un Jefe de Estado, sino de los vencedores?
Ni asomo de venganza, ni asomo de revancha, ni nada de esto. Lo que tenemos necesidad, a fondo, los españoles y españolas es de profundizar la democracia. Que podemos decidir acerca del jefe de Estado que queramos. Necesidad de que los medios de comunicación, públicos y privados, no nos tomen por “borregos” y no nos repitan una mil veces que la señora Leticia está embarazada, que Juan Carlos han vuelto a ser abuelos, que este es el abuelo único, que visita a los niños en los colegios, que va a todos los actos deportivos más importantes, que goza, en fin, de impunidad jurídica.

A base de repetir miles y miles de veces la bondad del monarca y la Casa Real se “nos convence” que Juan Carlos estuvo luchando por la libertad toda su vida, que la familia real es Inmaculada. ¿Ha sido el monarca, Juan Carlos I, durante todos estos años de la dictadura y todo el tiempo de la transición un demócrata clandestino?, o ¿más bien ha sido él, junto a otros, claro está, el “gran muñidor” que hace posible la conservación del poder: del franquismo y el actual?

La monarquía, y su entorno no es sólo un grupo profundamente conservador, muy alejado de la experiencia y cotidianeidad de la mayoría de las clases populares, sino que también actúa como inhibidor de la recuperación de la historia real de nuestro país, recuperación sin la cual no se puede establecer una cultura auténticamente democrática, estableciendo los valores republicanos en los que tal cultura se basa.

Juan Carlos I no ha pedido perdón jamás a los vencidos, no ha asistido como Jefe de Estado a ningún acto público conmemorativo, por ejemplo, del fin de la II Guerra Mundial. Ello significaría, ciertamente, renunciar a su intenso pasado Franquista-fascista. El “hombre providencial”, la monarquía cada vez es más una contradicción, un impedimento para el desarrollo material, político-económico, social y cultural de la sociedad española. Un anacronismo, una entelequia, en definitiva que debería sencillamente ser excluida del modelo de Estado que necesitan los pueblos de España.


La cultura republicana, por el contrario, significa que las distancias sociales entre el Jefe de Estado y las clases populares son mucho más reducidas que en las monarquías: la española en primer lugar.

La cultura republicana transmite, es una sensación de que el poder deriva de la ciudadanía, puesto que si el Jefe de Estado no les agrada, pueden cambiarlo por otro Jefe de Estado. Es más, cualquier ciudadano puede aspirar a tal puesto de servicio público.

¿Con la celebración del XXX aniversario acaso el PSOE, el partido del gobierno, no pretende trasladar el prestigio de Juan Carlos I a su hijo Felipe? Y perpetuar en él la monarquía.

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