Estimados miembros de la Red Caldas:
Con referencia al mensaje enviado por la sra Cataño el 3 de diciembre
pasado (anexo), quiero compartir con ustedes las siguientes reflexiones.
Es comprensible que una persona con por lo menos veinte años de
escolarización, habitante de una urbe europea, universitaria, lectora de
prensa y literatura, televidente, ciber-navegadora, con cuenta bancaria, se
pregunte: ¿para qué la escuela?, y que considere ésta como obsoleta,
inútil, castradora de la imaginación y encarceladora.
Pero cuando esta misma pregunta se la hace gente que no ha tenido acceso a
la escuela, y que ha sufrido del engaño, de la negligencia, de la falta de
acceso a los recursos legales y a los servicios públicos, de la
desinformación, etc., la respuesta es contundente y clara: la escuela es
necesaria para intentar salir del aislamiento y el marginamiento económico,
político y social, para acceder a conocimientos vedados, para participar de
manera activa en la vida nacional.
En términos más cotidianos:
Para poder vender el producto de la pesca, la cosecha, la artesanía, y
comprar las mercancías necesarias, entendiendo la transacción.
Para firmar un contrato, una carta, una tutela, sabiendo lo que se firma.
Para poder comprender qué quieren decir las etiquetas de productos y
medicamentos ("sólo para uso externo", "no administrar a mujeres
embarazadas", "no ingerir, veneno", "no administrar a menores de 6
meses"...)
Para conocer los artículos de la Constitución que protegen los derechos de
los ciudadanos.
Para votar en las elecciones sabiendo qué dice en la papeleta.
Para saber que se hace parte de un país y de un mundo que imponen las
reglas del juego.
Para saber por qué hay que guardar y entender los títulos de propiedad de
la finca, el resguardo, el motor fuera de borda.
Para elaborar un proyecto de desarrollo socio-económico, del cual dependen
las transferencias de recursos.
Para enviar una nota al puesto de salud diciendo que hay epidemia de
paludismo y recibirla de vuelta con medicamentos e instrucciones sobre su
uso.
Para tener acceso a la literatura universal, la historia, la ciencia.
Para saber dónde queda Bogotá, Timbuctú, Pitalito...
Para inventar cuentos y poderlos leer a otros.
Para hacer o responder un censo de población. Para prepararse para el
manejo de las Entidades Territoriales.
Para tener el placer de recibir y leer una carta. Para que los pocos
impresos que llegan, no terminen por el suelo picoteados por las gallinas,
o en la letrina... Para conservar la memoria colectiva e individual.
Para llenar el formulario solicitando una cédula de ciudadanía.
Para acceder a programas de educación a distancia.
Para que existan, por ejemplo, indígenas que puedan representar a sus
pueblos en el Senado de la República y en la Cámara de Representantes.
Etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc.............
Es claro que las expectativas que se tienen en torno a la escuela son mucho
mayores que las que ella puede suplir, sobre todo en las condiciones reales
y actuales de la educación escolarizada en Colombia. Es obvio que la
concepción tradicional de la escuela tiene muchas limitaciones y errores.
Sin embargo, existen semillas de una escuela diferente en algunos lugares
de nuestro país, y habrá que trabajar arduamente para que fructifiquen.
Si bien es cierto que la educación es mucho más que la escuela y que el
aula, en éstas se pueden adquirir conocimientos básicos para que la
reproducción de la vida social se realice en condiciones más favorables, o
siquiera, menos desfavorables. La autogestión es viable no sólo a partir de
la voluntad interna de un grupo humano, sino de las posibilidades que éste
tenga para acceder y manejar información, recursos, conocimientos. Por otra
parte, la integración de la población es un hecho real, (incluso la
marginación es un tipo de integración); la escuela no integra los niños a
la sociedad, más bien puede permitir que esta integración sea activa y
enriquecedora, o por lo contrario pasiva y marginal.
Finalmente quisiera proponerles una última reflexión: ¿quiénes seríamos y
dónde estaríamos hoy, si no hubieramos pasado por la escuela?
Cordialmente,
Anamaría Ospina
X-Authentication-Warning: gualanday.colciencias.gov.co: majordomo set
sender to [EMAIL PROTECTED] using -f Date: Fri, 03 Dec 1999
01:15:58 +0100
From: telaraña <[EMAIL PROTECTED]>
X-Accept-Language: en
MIME-Version: 1.0
To: [EMAIL PROTECTED]
Subject: r-caldas: Un mundo más autónomo Sender:
[EMAIL PROTECTED] Precedence: bulk
>Estimad@s Margarita y Carlos Murcia:
>Leyendo sus mensajes uno se da cuenta de las distancias educativas que se
>abren !!
>Y no lo digo como lamentación sino más bien hasta como una forma de
>fortuna que nos ha caído! Por qué lo digo? Pues porque hemos creído y
>seguimos creyendo que la escuela es la única forma de recibir educación.
>Creemos que asistir a la escuela es conseguir integrar a los niños,
>adolescentes a la sociedad! Sin embargo, cada día me convenzo más que
>queremos menos educar a nuestros niños y queremos cada vez más someterlos
>y encima, a un sistema que se ha quedado viejo y anticuado! Y me
>pregunto:¿Integrarlos en dónde? ¿Integrarlos para qué? ¿Integrarlos por
>qué?
>No quiero desmerecer sus trabajos y esfuerzos en mantener una escuela que
>ha resultado un fracaso y una sistemática eliminación de la creatividad e
>imaginación de los escolares!
>Convendría replantearse eso de la escuela para qué? ¿Qué aprenden los
>niños en las escuelas? la educación es la Vida. Educación es comunicación,
>es transmisión! Qué hacen unos niños metidos en las aulas aunque sean dos
>horas al día? Es necesario replantearse la escuela para qué?! Para leer y
>para escribir?
>Creo sinceramente que la educación de hoy, precisa de nuevos conceptos y
>de nuevas herramientas para aprender. Estos niños pertenecen a este
>presente, pertenecen al hoy! Cuando leo sus mensajes me pregunto qué
>escuela es la que quieren uds. para sus niños? El mundo globalizado de hoy
>exige otras adecuaciones y otros conceptos que permitan a los niños
>aprender por sí mismos y las cosas que quieran ellos aprender!
>Cada vez más nos dirigimos hacia formas de acción menos dirigidas y más
>autónomas.La autoorganización es una de las resultantes de esta nueva
>realidad que es la globalidad! La autogestión también es un efecto de la
>globalidad. Creo que no se trata de apelar a salvar a una escuela, sino de
>autoorganización en base a las necesidades locales y a la solución de
>problemas.
>Concentrar a los niños en un aula no es educarlos, ni prepararlos para
>aprender, es sencillamente encarcelarlos para que dejen de soñar y de
>aprender!
>Respeto profundamente su labor y su preocupación, y me preocupa que esa
>generación de niños escolarizados sigan siendo unos desadaptados,
>marginados y frustrados a los que nunca les llegará la oportunidad de
>educarse.
>Con afecto,
>Pilar Cataño
>Madrid
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