En Omnial se ha señalado la hipótesis sobre la existencia 
del "linguoneural horror vacuii" en el que llaman órgano 
primolinguoneural del cerebro, que determina que la dificultad de 
aprendizaje sea una constante para cualquier lengua humana.


Hola a todos.

He releído mi último mensaje. Creo que fue demasiado largo y 
demasiado vehemente.

En realidad solo quería responder a Daf y de paso intentar aclararme  
si la ocasional temporización de preposiciones y adverbios en el 
Omnial ("juxtone", "juxtite"  y otros) proceden del Amnial (los 
textos son escasos) o bien son una "slangoinnovación". En el segundo 
intentaba aclararme sobre si la respuesta que se diese a la última 
frase implicaba la veracidad de las tres anteriores. Concluía 
señalando tres posibilidades en relación a la dificultad intrínseca 
de las lenguas en su aprendizaje.

Solo eso, que así queda ahora más resumido: los dos mensajes en un 
único párrafo.

Una hipótesis que se te ocurre precipitadamente y que desechas 
precipitadamente puede estar injustamente desechada (al precipicio 
claro está)  por excesiva precipitación, probablemente…

>De todas formas parece evidente que cada lengua debe tener una  
>dificultad de aprendizaje intrínsecamente diferente, pues lo  
>contrario posiblemente implicaría que nuestro cerebro "necesita un  
>determinado nivel de dificultad lingüística " y que cuando está no  
>aparece en la sintaxis la "busca" en la "fonología" o donde sea  
>soslayando así una hipotética "facilidezo-fobia".  
>Sería el "pánico al vacío" de la Física aplicado a la lingüística.  
>Podría ser la explicación "psiconeuronal


>Otra posibilidad sería que se buscaron las dificultades de una  
>manera más o menos consciente por parte de las clases cultas que  
>suelen ser las dominantes, para así distanciarse del resto. Así el  
>cambio vocálico anglosajón sería el intento de conseguir  una  
>pronunciación clasisticamente diferenciada del resto, que  
>posteriormente fue emulado por el resto de la población.  
>La misma justificación tendrían los acentos franceses o los  
>ideogramas chinos. Esta sería la explicación "clasista" y me  
>extrañaría no haya sido ya formulada.  



Hubo además exceso de vehemencia, en este y en anteriores mensajes, 
por lo que pido disculpas, desapologisticamente.

Tanta rotundidad pudiera interpretarse como descortesía o 
incluso "peormente".


La expresividad en la red es muy limitada y creo que si bien es muy 
eficaz para transmitir información es muy equívoca al transmitir  
empatías y patías en general.

Hay ambientes en los que, casi cotidianamente, determinadas 
discrepancias requieren una rotundidad y vehemencia que se justifican 
porque de ellas dependen unas decisiones 
que, siendo importantísimas para quien no puede participar en ellas, 
tienen unas repercusiones que pueden ser dramáticas a cortísimo plazo.
Tras llegar a una conclusión generalmente probabilística sobre la 
actuación a seguir todo suele quedar olvidado. Tras esas sesiones, 
todos tan amigos o más que antes, al menos habitualmente.

Fuera de este contexto la citada rotundidad es posible que esté fuera 
de lugar, sea molesta, e incluso pueda malinterpretarse evocando un 
tipo de personalidad que no siendo habitual tampoco es puntual. Si 
así fuera pido disculpas, no por la mala interpretación, que no de mí 
no depende, sino por las molestias que quizá sí.


Por otro lado, las hipótesis no creo que deban desecharse tan a la 
ligera y tan "sobre la marcha".


Igual resulta ser verdad que todas las lenguas sí que tienen idéntico 
nivel de dificultad, o dicho de otra forma que el nivel de dificultad 
de cualquier lengua es una constante en nuestra especie.

Se podría denominar hipótesis del "neurolinguistico horror vacuii" o 
el "horror al vacío en la gramática", de motivaciones neurológica, 
genética, filogénica y ontogénicamente predeterminadas.


Voy a intentar razonarlo de forma escueta pues supongo que si lo 
heterodoxo es breve, menos heterodoxo es:

 
Los elefantes tienen mayor masa cerebral pero al parecer no son más 
inteligentes que los humanos. No por proceder de los humanos la 
afirmación anterior, humanamente subjetiva, nos parece (al menos a 
los humanos) que sea menos cierta.

En todo caso el volumen cerebral siempre debe relativizarse. En 
primer lugar respecto al tamaño corporal del cerebroposeedor.

¿Es que un cerebro humano sería menos inteligente dentro de un cráneo 
de elefante?

Si fuese igualmente inteligente de poco serviría esa inteligencia 
porque el soma o cuerpo elefantiásico no sería funcional y por lo 
tanto esa inteligencia no se transmitiría a la descendencia. O no 
sentiría o no se movería o no segregaría adecuadamente.

Solo las neuronas innecesarias para todo esto pueden dedicarse a otra 
cosa como pensar o aprender.


Y ello porque obviamente el cerebro de los animales (o sea de los 
animados), se encarga de muchos procesos, además de los  
intelectivos: motores, sensitivos, secretores etc. Convendría, claro 
está, excluir de aquí a los dibujos, que aun moviéndose carecen de lo 
que aquí llamamos "anima", aparentan tener "automotricidad" (25 
fr/min) y por eso llamamos animados

Muchas neuronas tienen una función genéticamente determinada y una 
localización más o menos precisa.

Las de más pronta aparición ontogénica y filogénica las tenemos mejor 
localizadas, como por ejemplo las del componente reptiliano de 
nuestro cerebro. Son conocidísimas las localizaciones motoras y 
sensitivas: La lesión de determinada área produce efectos 
predecibles. Así un infarto en el lóbulo temporal derecho producirá 
parálisis en la mitad izquierda del cuerpo. La extensión y 
localización "central" determinará la extensión y 
localización "periférica". La afasia en los diestros suele ser por 
lesión en el hemicerebro izquierdo.

Las neuronas relacionadas con la memoria, la inteligencia y el habla 
son menos fácilmente localizables pero simplificando puede decirse 
que las lesiones (trombos, traumatismos, tumores y degeneraciones) 
producen patología topográficamente diferente según su localización.

Hace unos años comenté aquí el avance que supuso el desarrollo de las 
técnicas de TAC, RNM y sobretodo del PET. 

(Ya es curioso que en TAC se siga la literoordenación castellana pero 
en PET, posterior, la anglosajona, lo que indicaría la anglificación 
progresiva de la que se resiste cada vez más débilmente el ADN 
respecto al DNA).

Por el desarrollo del TAC se concedió el Nobel de Medicina a los 
ingenieros que lo desarrollaron, lo que demuestra hasta que punto 
pese a que la actual hiperespecialización anti(renacentista) es 
irreversible (y es muy complicado salirse de la progresiva 
especialización unidireccional que se nos impone), es ,no obstante, 
en las áreas de confluencia interdisciplinaria donde se consiguen los 
mayores avances.

El TAC (tomografía axial computerizada) y la RNM (resonancia nuclear 
magnética) obtienen cortes bellísimos y sobresaltadores de la 
morfología, con un detalle y precisión superior al de las salas 
cadávericas de anatomía y de autopsia, pues se obtienen desde 
estructuras vivas.

El PET (tomografía por emisión de positrones) es ya el sumum. A 
posteriori, como siempre, lo que sorprende es que no se desarrollara 
antes. Esencialmente consiste en marcar el alimento fundamental de 
todas las células (la glucosa) de forma que se pueda determinar con 
estereoprecisión (no bidimensional sino tridimensional) donde se 
consume. 

El objetivo era (y es) localizar las células cancerosas, pues 
estas "en su locura" tienen una incontinencia de crecimiento (que en 
definitiva tiende a destruir el organismo del que forman parte) y, no 
solo por ello, tienen un consumo exagerado de glucosa. Así esas 
células aberrantes son localizables mediante PET-TAC o RNM aún en 
localizaciones insospechadas y con agrupaciones ínfimas. Se determina 
la posibilidad de que la neoplasia sea eliminada o más crudamente, de 
poder informar de las probabilidades de supervivencia a 1, 5 y 10 
años de la persona afectada.

Pero otra confluencia interdisciplinaria (la de políticos y sus 
economistas… póngase un adjetivo y que cada cual se quede supongo que 
solo parcialmente a gusto) determina su, proporcionalmente, escaso 
uso, siempre supeditado a fórmulas, discutibles (sobre todo para el 
afectado, pero también para los profesionales), de coste/beneficio. 
¿Qué valor tiene el pasar de tener unas posibilidades de sobrevivir 
dentro de 5 años del 50% al 60%?. Seguro que es diferente la 
respuesta del político a la de aquel al que le acaban de informar que 
tienen un cáncer y sigue preguntándose cómo es posible que le haya 
tocado a él y más a su edad (la que fuere pues nunca debería haber 
edad para eso).

Aquí es aún más crispante por la potencialidad recalificadora y por 
tanto recaudadora, que en porcentajes no aclarados enriquece a unos 
dejando al resto como siervos, no ya de la gleba, sino de la hipoteca 
(¿colección pequeña? Sería entonces… que ahora son hipertecas…). 
Disminuyendo artificialmente el terreno donde se permite edificar, lo 
encarecen de tal forma que multiplican con la recalificación los 
precios por diez mil, determinando esclavitudes de más de 50 años. Y 
lo llaman progreso. Que les disculpen los idistas…

Con el tiempo el PET-TAC se ha mostrado muy útil  en el estudio del 
funcionamiento del cerebro.

Que el cerebro sea el gran desconocido no es de extrañar. Su parte 
motora, sensitiva y secretora se conoce, siempre parcialmente, por la 
experimentación animal que al contrastarla con la patología corrobora 
que el cerebro reproduce la ontogenia y la filogenia.

Obviamente en los procesos cognitivos y entre ellos el lenguaje, que 
es lo que más nos suele interesar aquí, no hay experimentación 
posible, y hasta la llegada  del PET-TAC solo se podía intuir su 
localización mediante extrapolaciones a partir de la patología 
(isquemias, tumores, traumatismos y degeneraciones).  Un cerebro 
desnudo tras la craneotomía e indefenso ante el bisturí produce, al 
parecer, antes terror hiperresponsable, que sensación de poderío 
manipulador.

Pero ahora el PET-TAC nos puede informar al instante de que zona 
cerebral se activa ante determinado estimulo o al realizar 
determinada función: En definitiva: es posible visualizar el 
pensamiento en una pantalla y dejar después constancia sobre un 
plástico, aunque en realidad lo que vemos es la glucosa que consume 
el pensamiento: cuanta y donde.

Se puede pronunciar una palabra y al instante ver donde se oye: la 
zona cerebral que se activa al oirla. También la que se activa al 
pronunciarla o al leerla o al idearla (el lóbulo frontal). Vemos que 
todo el cerebro está implicado, e incluso el cerebelo como 
coordinador.


Pronto las imágenes PET-TAC combinadas demostraron que sujetos 
plurilingües activan diferente zonas cerebrales según la lengua 
utilizada. Es decir, que al utilizar el experimentado un idioma  una 
zona cerebral concreta consume más cantidad de glucosa que durante el 
reposo, pero que al pasar a utilizar otro idioma son otras neuronas y 
de distinta localización, las que se activan, delatándose por su 
glucoconsumo.

El pasado mes de Febrero se reportó en Langmaker por calypsoparakeet  
un estudio que demostraría que el área de Broca es la responsable del 
lenguaje humano "gramaticalmente jerarquizado". El estudio fue 
realizado mediante resonancia magnética funcional en humanos y 
también en primates (en Omnial tal despliegue de medios nos deja 
estupefactos… una isla tan pequeña, pues ya se sabe...):

http://www.sciencedaily.com/releases/2006/02/060216233042.htm


También otro que indicaría que la dificultad de los adultos para 
aprender nuevos idiomas no tiene base biológica, lo que desmentiría, 
de confirmarse, que no creemos,  la teoría del Llinguístic Horror 
Vacuii:
http://www.sciencedaily.com/releases/2005/06/050615060545.htm

Recientemente, en Neurology, se ha reportado desde Barcelona (CRC 
Corporació Sanitària) que se han obtenido imágenes del desarrollo 
cerebroneuronal (mielinización) de los niños al aprender a hablar, lo 
que sorprendentemente ha demostrado:

a)      A los 2 años de edad las neuronas ya han alcanzando el 50% de 
la maduración que alcanzaran en la edad adulta. Este big bang léxico 
se produce entre los 18 y los 24 meses de edad. Recuerda el big bang 
idiomático de la primitiva y como aquel va seguido de un big crunch, 
dramáticamente en el Alzheimer o  las afasias y fisiológicamente en 
la vejez.
b)      Las zonas del cerebro relacionadas con la linguopercepción y 
la linguocomprensión maduran simultáneamente a las destinadas a la 
producción del lenguaje, lo que contradice la creencia habitual de 
que los niños aprenden antes a comprender que a hablar (pues ya 
comprenden cuando solo balbucean).

Respecto a esto último podríamos señalar que es más fácil que un 
animal doméstico aprenda a entender nuestro lenguaje u órdenes que el 
que aprenda a informarnos, (lo cual es también muy posible).

http://noticias.hispavista.com/sociedad/20060418164810/Investigadores-
espanoles-registran-por-primera-vez-imagenes-del-cerebro-de-un-nino-
que-empieza-a-hablar/

http://www.e-medicum.com/newsletters/neurologia/verNoticia.php?
noticia=50380

http://www.emedicum.com/noticiasDelDia/busquedaTematica.php?
especialidad=TmV1cm9iaW9sb2ftYQ==&esp=134



Para la noticia completa copiar y pegar:
Usuario: casapepe
Contraseña: viscaelpaviscaelvi

La película en:

www.neurology.org/cgi/content/full/66/3/339/DC1


Lo aquí señalado por JaReL y seal_morgan parece contradecirlo:
( por cierto que el Toyabamo tiene una apariencia elegante y me ha 
inducido a que la partícula preposicional de contacto físico (-ak) 
sea aplicable en el Omnial también a los demostrativos, dado que en 
Omnial la flexibilidad es prioritaria).

--- En ideolengua@gruposyahoo.com, "JaReL" <[EMAIL PROTECTED]> escribió:
>
> Por cierto, haciendo pruebas de escritura me he dado cuenta que es 
muy
> fácil cogerle el ritmo y escribir con fluidez con estos caracteres
> haigul... pero la lectura no es tan fluida. Vamos que me resulta 
mucho
> más fácil acostumbrar al cerebro a escribir con nuevos signos que
> acostumbrarle a leerlos. No sé si a los demás os pasará lo mismo al
> escribir con alfabetos inventados.

--- En ideolengua@gruposyahoo.com, "seal_morgan" <[EMAIL PROTECTED]> 
escribió:

>   Interesante questión la de sobre que resulta más fácil escribir 
que
> leer, estimado JaReL. Quiero que sepas que no eres el único a quien 
le
> pasa. También me gustaría saber si alguien que esté leyendo este
> mensaje sabe algo sobre este efecto, seguramente neurológico.

>   Bueno, pero volviendo al tema anterior, ¿por qué resulta más fácil
> escribir que leer una nueva forma de escritura inventada o 
aprendida?
> Quizás una pista pueda ser la típica frace que dice: "Es más facil
> hablar que escuchar"...en realidad escuchar es toda un arte.
> 
> Saludos!
>

Pero no creo que haya una contradicción. Al contrarío, aunque 
intuitivamente y sin poder demostrarlo (de momento…) pienso que muy 
posiblemente el mecanismo sea distinto para un idioma prepuberal 
respecto al postpuberal.


Es ya clasica la clasificacion de las afasias, en especial las de
Wernicke y Broca. 

http://www.latinsalud.com/articulos/00977.asp?ap=2
http://www.centro-ide.com/afasias/afasias_tipos.asp
http://www.uam.es/personal_pdi/psicologia/adarraga/studs/Afasias/princ
ipa.htm

Pero me parece que al aprender un idioma prepuberal es más fácil 
rolar de 
segunda persona que de primera y en definitiva que es 
más "descansado" recibir y comprender el mensaje que emitirlo.

Pero probablemente, (es mi caso y el de mi entorno) en los idiomas 
postpuberales es por el contrario más fácil emitir el mensaje que 
captarlo, y así es más fácil aprender a pedir bacalao en el 
restaurante que identificar que se te está ofreciendo codillo y no 
bacalao (y terminar comiendo codillo, como le ocurrió a mi estimado, 
ilustre e multiglota (no por glotis ni glositis sino por lenguas ¿?) 
superior jerárquico).

Obviamente todas las ideolenguas e ideoescrituras son postpuberales y 
probablemente en todas ellas es más fácil, incluso para su iniciador, 
la emisión de mensajes que su recepción.

La diferente localización cerebral de la lengua prepuberal y de la 
postpuberal además de por el PET-TAC podría intuirse anteriormente 
por la clínica. Así una persona que sufre tartamudez es muy difícil 
que la supere completamente, pero también es muy difícil el que sea 
también tartamudo en un idioma aprendido tras la pubertad. El 
trastorno tartamudal es rarísimo que afecte también a las lenguas 
postpuberales, aún desarrollando en ellas una razonable fluidez: al 
parecer no afecta a las neuronas "comodín".


Llegados a este punto podemos lanzar como hipótesis que determinadas 
neuronas están preprogramadas genéticamente para ocuparse de la 
capacidad lingüística pero SOLO en la adquisición prepuberal de la 
primera(s) lengua(s). Están tan especializadas que solo pueden 
ocuparse de eso, al igual que las motoras de los gemelos solo se 
dedican a la función motora de la pantorrilla. Una localización más 
difusa de estas células del lenguaje no debería ser obstáculo para 
tener un mismo nivel de especialización. 

Ese conjunto neuronal sería el órgano que podríamos 
llamar "primolinguoneural" encargado de la adquisición y desarrollo 
de las potencialidades lingüísticas hasta la pubertad. Podemos 
imaginar que estamos diseñados considerando como cierto el que al 
inicio de la edad reproductiva las habilidades lingüísticas ya van a 
estar totalmente desarrolladas y por ello al llegar a la pubertad el 
órgano "primolinguoneural" tiende a estar "lleno" y después de ella 
ya no admite más información.

Podemos suponer que la adquisición de las habilidades lingüísticas 
postpuberales irá a cargo de otro tipo de células, menos 
especializadas y por ello más torpes pero más versátiles, que son 
focalizables hacia la adquisición de una segunda lengua o hacia 
cualquier otra actividad: tocar la guitarra, hacer mosaicos o lo que 
fuese. 

De esas habilidades se encargarían aquellas células que son capaces 
por ejemplo de conseguir que tras una ceguera se desarrolle más (que 
previamente) el sentido del oído como mecanismo compensatorio: 
neuronas menos eficaces pero más versátiles, por lo que ya no forman 
parte del órgano que hemos llamado "primolinguoneural"


Si imaginamos este órgano "primolinguoneural" como una organización 
geométrica y volumétricamente concreta en lugar de estar de forma 
difusa en determinadas áreas cerebrales podríamos concretar la 
hipótesis del "neurolingüistic panic vacuii":

Ello supondría que dado que ese conjunto de células es muy eficaz en 
el desarrollo lingüístico, pero que está especializado solo en ese 
tipo de eficiencia, entonces cualquier sistema lingüístico adquirible 
prepuberalmente tiende a expandirse hasta ocupar totalmente la 
capacidad funcional del citado órgano: su capacidad funcional media 
en la especie. 

Al igual que los gases tienden a expandirse hasta ocupar todo el 
recipiente en el que están contenidos, la "dificultad" de cualquier 
lengua tiende a expandirse hasta ocupar toda la capacidad funcional 
del órgano "primolinguoneural".

Ello implicaría que la suma de todas las dificultades de cualquier 
lengua es igual a la suma de todas las dificultades de cualquier otra 
(seguro que sí se puede cuantificar…), o sea que la dificultad 
lingüística es una constante para cualquier lenguaje humano, pues sea 
cualquiera que fuese este tiende a expandirse en su complejidad hasta 
acoplarse a la máxima funcionalidad del órgano "primolinguoneural".

Esto implicaría definir como constante a la dificultad lingüística, 
sea cual fuese la lengua, al menos en nuestra especie.

Obviamente, y como siempre, hay pequeñas variaciones (insignificantes 
desde el punto de vista estadístico) entre las diferentes personas. 
Así uno puede tener menor agudeza auditiva, no por tener un órgano 
auditivo inferior (que también podría ser por ello) sino por tener el 
conjunto neuronal dedicado a la audición menos eficiente, suplido por 
mayor eficiencia, más que probable, en otro ámbito. Es la valoración 
de la importancia de cada ámbito lo que es subjetiva: así la 
capacidad olfativa de un enólogo será valorada de forma muy distinta 
por un cocinero que por un futbolista (casi siempre). Un 
tauromacófilo tendrá una valoración subjetiva sobre la capacidad de 
control adrenosecretorio del torero, tan subjetiva como la que pueda 
tener el torero sobre la capacidad de abstracción del filósofo (hay 
gente pa too… dijo el torero… y tras la entrevista surgió el "yo y 
mis circunstancias").

Dentro de la especie las diferencias perceptibles suelen ser mínimas 
y su posible magnificación se debe a la excesiva proximidad del 
observador. Si pudiéramos ver desde fuera a nuestra especie 
evidenciaríamos que las diferencias son mínimas y un hiperdesarrollo 
en un ámbito implica un hipodesarrollo en otro. Si con el chimpancé  
compartimos el 98'77 % de los genes, igual una comadreja nos ve como 
mutantes alopécicos del bonobo…

A igualdad de capacidad cerebral y neuronal  podemos suponer que la 
cantidad de células que se especializan precozmente en determinadas 
funciones, de forma que tal especialización es irreversible, provoca 
discretas variaciones distributivas intraindividuales de forma que 
por ejemplo una discreta disminución de la eficiencia auditiva 
pudiera ser sustituida por un discreto aumento de la eficiencia 
olfatoria. Quiero decir que quizás una pequeñísima variación al 
inicio del desarrollo neuronal en la cantidad de neuronas focalizadas 
hacia cada tarea determine la diferente eficiencia de determinado 
individuo en distintas facetas mediante un mecanismo fundamentado 
además de la genética en la teoría del caos, o efecto mariposa.

Sería algo similar a las pequeñas variaciones en la distribución de 
la materia y masa tras el big bang universogenerador determinaron la 
formación de condensaciones puntuales…de importantes consecuencias 
posteriores en la distribución galaxial y en la densimetría estelar.

Quedaría una cantidad indeterminada de neuronas que pueden acabar 
haciendo distintas funciones pero a un nivel menos eficiente: las 
neuronas comodín.

Así un individuo un gran matemático puede tener un discreto déficit 
funcional y/o anatómico por ejemplo en la percepción de los sabores, 
en la empatía familiar o en la habilidad motora de un pulgar, o mejor 
aún del meñique del pie izquierdo (que sería nula por definición). 

Desde fuera de la especie las variaciones en cualquier ámbito se 
verían como insignificantes.


Así pues postulamos la existencia del órgano "primolinguoneural" y 
que la dificultad  global de cualquier lengua tiende a ocuparlo en su 
totalidad evitando la hipoactividad de este: Lo que 
llamaríamos "linguoneural horror vacuii".


Ello explicaría lo que me tiene fascinado desde que leí el libro de 
Sapir: que las lenguas parece que se simplifican con el tiempo y que 
resume Hlnodovic con la frase: "si los romanos hubiesen necesitado 
aprender Latín no les hubiera quedado tiempo para conquistar el 
mundo" (o sea, su Mediterraneo, con las 7 colinas casualmente (¿?) en 
el centro). Cierto es que no pocos, desde la subjetividad, agradecen 
a la madre patria Roma su invasión, que otorgo latinidad sin 
necesitar de nacer en el Lacio.

Así una cultura poco desarrollada y constreñida por ejemplo a un 
ámbito muy limitado (por ejemplo una foresta) puede que desarrolle 
más términos para designar el color verde que los que tenemos 
nosotros para todos los colores, brillosidades incluidas.

Pero ello no sería solamente, como se ha interpretado hasta ahora, 
porque tal distinción le sea necesaria (que inicialmente también) 
sino que iría más allá de lo necesario o útil pues el motivo es la 
necesidad de ocupar al completo lo que llamaríamos 
órgano "primolinguoneural" evitando así el congénito e 
intrínseco "linguoneural horror vacuii" de nuestra especie.

Siendo el citado órgano similar para todos, su capacidad es 
constante, y son las lenguas las que se adaptan a él.

Vocabulario, sintaxis, fonología y posiblemente escritura, se 
hipertrofian hasta ocupar por completo el citado órgano pues su 
extrema especialización así lo requiere.

Cuando acudí a comprar el libro de Jesús Tuson recomendado por Juan 
Blanco (sea o no familiar tuyo el epistolador… enhorabuena por lo de 
las vocales, pero conste que también a mí se me mitificó lo del 
murciélago…que ha resultado ser otro mito urbano) me encontré, con la 
sorpresa, además de el autor probablemente también comió allipebre de 
niño (¿podemos dejar a los políticos que definan si paisano viene de 
paisaje, de país o de reino?.. que también podría intentarse…¿vale 
reinano?), de que había no un libro sino una docena. 

Tras ojeación de lo disponible me decidí por "Mal de llengües", 
posiblemente, en parte, influido por su portada, con el conocido 
zigurat. El autor cita otros ejemplos de Sapir que aunque más 
hipoliterales que el que aporté (hipermente "tridecal") ilustran 
también la dificultad (aparente?) de los lenguajes de aquellas 
culturas que consideramos "hipodesarrolladas". 

Cita la palabra del chinook "inialudam" ("he venido para dárselo a 
ella"), más breve que la "tridecal" que 
cité "wiitokuchumpunkurüganiyugwivantümü" (también fromSapiral) e 
igualmente significativa.

La percepción de "lengua difícil" es explicada como consecuencia de 
la subjetividad, desde una óptica parecida a la de la Unamunesca 
frase del interlocutor del torero.


Pero si bien es cierto que como se señala, nuestras circunstancias 
culturales nos hacen percibir como más difíciles a las lenguas más 
distales a nuestro idioma prepuberal (parece evidente que es así), 
puede que además haya una dificultad o complejidad intrínseca 
constante y común a todas las lenguas, y determinada no por ellas 
sino por nuestro cerebro, que implicaría que un menor desarrollo en 
cualquier aspecto de cualquier lenguaje implicaría una mayor 
complejidad en los otros aspectos y a la inversa:

D (dificultad o complejidad) = k (v*b) (w*c) (x*d) / (y*e) (z*f)

Para valorar esto necesitaríamos ponderar la dificultad de una 
lengua, o mejor varias, desde una extrañabilidad similar: desde 
varias lenguas tan distantes entre sí como hasta las lenguas 
dificultovaloradas.

Así los ejemplos que cita Tuson, en este caso procedentes de Whorf, 
sobre las cuatro personas pronominales de las lenguas algonquinas, la 
complejidad de los demostrativos en el kwakiutl etc. serían valorados 
desde lenguas tan distantes de estas como de aquellas. Pienso que las 
diferencias sí serían significativas pese a una distanciosubjetividad 
similar.

Así, si la complejidad de cualquier lengua humana es una constante 
determinada por la potencialidad media del órgano primolinguoneural 
en la especie, cuando una sociedad requiere, y por lo tanto adquiere, 
progresivamente más conceptos y más relaciones entre ellos, y por 
ello aumenta "el trabajo" del "órgano primolinguoneural" en unas 
dirección, no queda más remedio que descargarlo de trabajo en otras 
pues su "elasticidad" y posibilidad de hipertrofia son muy escasas y 
es el contenido (el lenguaje) el que se adapta al continente ("órgano 
primolinguoneural"), y no a la inversa, hasta ocupar todo su volumen, 
como si se tratara de un gas en un recipiente inelástico.

Así una mayor complejidad de un aspecto de la gramática de la 
primolengua(s) o prepuberolengua(s) en una dirección implicaría la 
disminución de la dificultad en otro ámbito.

Por todo ello la aparente mayor sencillez estructural de las lenguas 
observadas diacrónicamente sería una consecuencia inevitable en la 
evolución lingüística: la necesidad que tiene el "órgano 
primolinguoneural" de soltar lastre, porque la mayor complejidad en 
unos ámbitos no puede ser "soportada" por las neuronas "comodín" 
o "jocker", extrañas al "órgano primolinguoneural" y que pueden 
ocuparse del lenguaje pero a un nivel menos eficiente.

Quedaría aclarada la aparente paradoja de que culturas primitivas 
poseen lenguajes complejos y culturas desarrolladas sencillos pues 
tan distante es para nosotros el chino como el chinook y sin embargo 
el primero nos parece estructuralmente más sencillo que el segundo 
como corresponde a su desarrollo mayor cultural.

La complejidad de la fonética y escritura chinas se compensarían con 
su sencillez en la morfología y en la sintaxis. La simplificación de 
la morfología inglesa sería consecuencia de su complicación fonética 
y a la inversa la complicación fonética estaría implicada por la 
simplificación en otros ámbitos. 

La complejidad lingüística (el sumatorio de la dificultad de todas 
sus variables) sería una constante independientemente de la lengua, 
al igual que la velocidad de la luz es una constante 
independientemente del medio que atraviese.

Así, siendo la complejidad lingüística una constante, la percepción 
de la simplificación diacrónica de las lenguas sería algo aparente, 
al igual que el que el hecho de que la velocidad de la luz sea una 
constante implica que una velocidad alta necesite un enlentecimiento 
del tiempo que subjetivamente no es percibido y solo se evidenciaría, 
por ejemplo tras un viaje con velocidades cercanas a la de la luz: al 
regresar el galxionauta insiste en la ausencia de pacto con el 
diablo, a pesar de las apariencias.

Sería cierto el que percibamos como más complejas las lenguas más 
distantes de nuestra primera lengua, pero además habría una 
complejonecesidad genéticamente determinada en nuestro "órgano 
primolinguoneural"  por lo que desarrolla y "complica" cualquier 
lenguaje hasta ocupar toda su capacidad, pues es tal su 
especialización que sus neuronas sirven solo para eso y ciertamente 
los organismos vivos tienden a utilizar al máximo sus recursos y por 
ello a no tener recursos inactivos, sobretodo cuando teniéndolos 
(desde ya), no necesita desarrollarlos.


La existencia del  "órgano primolinguoneural" y del "linguoneural 
horror vacuii" explicaría la aparente paradoja de que las lenguas de 
culturas menos desarrolladas se nos muestren más complejas y que 
aparentemente las lenguas se simplifican con el desarrollo de la 
cultura sustentada por ellas. Todo ello consecuencia de que la 
dificultad intrínseca de cualquier lengua humana es una constante 
determinada genética filogénica y ontogénicamente en nuestra especie.

La funcionalidad de la hipotesis del primolingual horror vacui se 
veria obviamente alterada, como siempre al hablar de lenguaje, por 
las politicas educativas, que al ser siempre arcaizantes tienden a 
mantener la complejidad idiomatica pese al desarrollo cultural, a 
costa, claro es de las neuronas comodin pues el organo primolingual 
permanece inelastico.



Y a partir de ahí podemos imaginar…(no creo que le permitan salir ya… 
después de lo que hizo..) con o sin música...

Una consecuencia práctica, futurible y quizá utópica sería  la 
convergencia sinérgica de la neurocirugía y la lingüística en el 
aprendizaje de idiomas.

No dejaría de ser paradójico que precisamente en la isla de Omnial se 
iniciara la utilización auxilingüistica de la Neurocirugía. 

Imitemos para ello a Verne (o será a Huxley ¿?):

Es fácil imaginar cómo: Células madre implantadas en el sitio y de la 
manera adecuadas podrían regenerar el órgano primolinguoneural en 
cualquier edad con lo cual reaparecería la capacidad de 
linguoaprendizaje de la infancia y sería fácil el 
aprendición  de cualquier lengua a cualquier edad. 

Tras acudir a la neurocirugioacadémia nos localizan y extraen unas 
cuantas células madre. Se cultivomultiplican. Se nos reimplantan 
(siempre en posibilitivo…) en el sitio y modo adecuado. Ya solo nos 
resta elegir idioma (también dialecto y acento…), con la seguridad de 
que lo vamos a manejar al poco tiempo como si fuésemos nativos, tras 
los pertinentes estímulos preprogramados.

Al parecer las células madre no son solamente embrionarias y 
funoumbilicales pues todos las poseemos aunque escasas, residuales 
y "fuera del lugar adecuado". 

Evidentemente las mejores y más eficaces células madre son las 
propias, obtenidas del cordón umbilical criogenizado (ejemplo 
reciente: Eleanor, y no Rigby precisamente) o localizadas en el 
organismo. También son las menos problemáticas desde la ética. El 
reto estaría en localizarlas, extraerlas, cultivomultiplicarlas y 
reimplantarlas en el sitio y modo adecuados. Cabe recordar en el ADN 
lo más trascendente después de su identificación fue el hallazgo de 
técnicas que permiten su replicación a partir de cantidades mínimas: 
basta ver el CSI, para ser competentes en ello. 

A favor de todo esto está el que ya se están investigando (muchísimo) 
por su potencial terapéutico. Tras ser obtenidas para tal fin, su 
utilización exitosa en el aprendizaje de idiomas demostraría la 
certeza de la Omnialica hipótesis sobre el Lingüistic Horror Vacuii , 
la constante de linguodificultad  y el Órgano Primolinguoneural.

Esta hipótesis no ha podido formularse en vivo y en directo porque 
las distancias no son fácilmente soslayables:

http://conlangs.berkeley.edu/


¿El mayor riesgo? Nadie quiere hablar de él cuando se habla sobre 
células-madre: Sería su transformación en células neoplásicas, pues 
siendo omnipotenciales y muy indiferenciadas es un riesgo a 
considerar y a prevenir tras, y sobretodo antes, de su manipulación. 
Este riesgo, se supone que mínimo, puede ser asumible al tratar un 
Alzheimer con ellas, pero podemos imaginar lo que supondría una 
neoplasia motivada por el deseo de aprender (eso sí: a la perfección, 
como un nativo más) un idioma… 

Aquí, y como casi siempre, sería la probabilística la que tendría la 
última palabra pues la vida es esencialmente riesgo. Como nos 
recuerdan ciertas canallescas (los canes no salen en el spot) 
campañas de tráfico, el coger el coche en cada Semana Santa determina 
unas (estadísticamente concretas) posibilidades de devenir 
parapléjico o incluso peor. Pero la vida es riesgo y en ella es 
fundamental la libertad de elección. 

Cada año se predice y se acierta mediante técnicas estadísticas que 
diez millones de desplazamientos provocaran unas cien muertes, o lo 
que es parecido: si realizamos cien mil desplazamientos en coche, en 
España y en Semana Santa las posibilidades de sobrevivir (solo un 
día) son cero (si hacemos cien mil diez será de menos algo, lo que 
aún sorprende más: estupefactea..) . Una cienmilésima posibilidad 
(muy superior a la loterial poseyendo solo un número y a veces nos 
ilusiona…) de perecer nos hace desistir a pocos. Obviamente ojalá se 
arbitraran los mecanismos para que de cienmilésima se pase a 
cienmillonésima. También, obviamente, no parece que se pueda llegar a 
la ceridad, pues solo quien está muerto carece del riesgo de morir y 
por lo tanto es inmortal.

Si se confirmara la hipótesis del Omnial sobre el Lingüistic Horror 
Vacuii y el Órgano Primolinguoneural las dos ramas de la 
Auxilingüística (la utópica y la hedonística) se verían 
irremediablemente obligadas a confluir en una sola,  por imperativo 
neuronal que tiene mucha más fuerza coercitiva que el legal. 

Posiblemente…

Probablemente??

¿¿¿ Amen ???

¿¿¿ Desójala???    (sin h y sin margarita…:)



Saludos cordiales  



JoB Elx


















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