Zen para Cristianos Hugo M. Enomiya-Lassalle Editorial Herder.
En nuestros días se habla mucho de lograr un mundo mejor, a cuya promoción quisiéramos contribuir todos. Lo que importa es hallar caminos que conduzcan al hombre a la felicidad, pese a todas las tribulaciones que nos rodean. Para ello no deberíamos rehusar la ayuda que se nos ofrece de Oriente y adaptar las formas de meditación allí practicadas. No se trata de sustituir el cristianismo por otra religión, sino de aprovechar un recurso para fortalecer nuestro cristianismo. En el Decreto sobre la actividad misional de la Iglesia se indica a los religiosos contemplativos la conveniencia de asimilar los métodos orientales de meditación en cuanto sea posible. Los resultados obtenidos en este campo en todo el ámbito cristiano son no sólo satisfactorios, sino que superan todas las esperanzas. Los métodos orientales son de suyo sumamente antiguos. Sus comienzos vienen de mucho antes que el cristianismo hiciera su aparición. Sus formas han permanecido, en parte, invariables. La meditación zen ha permanecido esencialmente tal como se practicaba en China hace mil años, en su época dorada. Pero lo que en este libro subraya el autor no es tanto la meditación oriental en sí, como su importancia para apoyar la oración. Hugo M. Enomiya-Lassalle (1898-1990) es uno de los personajes sobresalientes de la historia espiritual del siglo XX. Como jesuita y como maestro Zen, alemán de nacimiento y ciudadano japonés, es un "puente vivo" entre las culturas de Europa y Asia. "El Padre Lassalle es un testigo vivo de lo que enseña y anuncia. Lo considero una de las figuras espirituales más relevantes de nuestro tiempo", ha dicho de él Karlfried Graf Dürckheim. Desde 1929 vivió como misionero en Japón, donde desde el principio intentó dar un rostro japonés al Cristianismo de aquel país. Sobrevivió a la bomba atómica de Hiroshima, el 6 de agosto 1945. La construcción del Templo de la Paz en Hiroshima lo hizo famoso en todo el mundo. Una honda experiencia mística en su juventud lo llevó a la búsqueda de un conocimiento de Dios cada vez más profundo. Desde fines de los años cuarenta estuvo comprometido en el diálogo con los budistas y en 1956 empezó a practicar Zen como jesuita en un monasterio Zen japonés. A partir de 1967, durante más de veinte años, como maestro Zen, introdujo a miles de personas en la práctica del Zen en Europa, ayudando de esta manera a mucha gente a llegar a una experiencia espiritual inmediata. Mientras hacía esto, nunca puso en duda su identidad cristiana. En sus viajes a América del Norte y del Sur, a la India y al sudeste asiático, entró en contacto con gentes y culturas muy diversas. Partiendo de las fisuras y contradicciones del presente, se atrevió a dar el paso hacia una "nueva conciencia", más allá de las fronteras. Sus diarios y otros documentos inéditos forman la base del presente amplio estudio teológico biográfico de la impresionante historia personal de una figura puente en el diálogo entre religiones y culturas. http://www.zendobetania.com/quien_zen.html El Zen Cristiano desarrollado por los catolicos: El Padre Lasalle que sobrevivió a la bomba atómica de Hiroshima en Japón. Estudió y dirigió retiros de Zen. El libro de Zen Cristiano del jesuita padre William Johnston. O la meditación zen del padre Escalada. Se suman al nuevo libro de Zen cristiano de de Patricia Hart Cliffort ____________________________________________________________________________________ Novo Yahoo! Cadê? - Experimente uma nova busca. http://yahoo.com.br/oqueeuganhocomisso