Estimado Mario,

Trataré de que mi crítica sea constructiva y breve.

Me gustaria poder entender a Augusto Caña. Porque
no lo entiendo. Reconozco mi fracaso aquí. Creo
que Augusto Caña podría hacer un esfuerzo didáctico
para posibilitar que muchas personas de la lista
podamos entenderlo. Su lenguaje no es en absoluto
"literario", como indicas. Sí tiene pretensiones líricas,
pero las pretensiones líricas están enfrentadas
a la claridad en este caso particular. Además, creo
que no lo haria ningún favor a Augusto Caña si le
dejara creer que sus textos tienen algún éxito como
textos literarios: debo ser sincero y decir que
Augusto Caña ha fracasado como lirista, pero aún
todavia podría triunfar con una prosa clara, si él quisiera.

Tengo la secreta corazonada de que a Augusto Caña
no le importa si le entendemos o no. En realidad
su desprecio por nosotros es uniforme e ilimitado.
De otro modo, haria algo porque le entendiéramos,
trataria de entablar dialogo. Pero su intención quizá
es la de escucharse a él mismo, no la de opinar
y escuchar opiniones. En el fondo, nosotros le sobramos
a Augusto Caña. ¿No crees, Mario?

A. Condori



El día 13 de julio de 2008 2:00, Mario Vilca
<[EMAIL PROTECTED]> escribió:

> Personalmente los escritos de Augusto Caña Mamani me
merecen un respeto por su calidad literaria, por la espiritualidad
y los altos fines que trasuntan. Creo que su pasión nos lleva
a pensar y también a apasionarnos. También creo que algunas
expresiones son fuertes. Pero no lo son tanto como el acero que
ha masacrado a millones de lo seres humanos en nombre de la
civilización; no lo son tanto como las "santas convicciones" de los
educadores coloniales, modernos y contemporáneos. Pero también
son más fuertes que las voluntades que desearían su silencio.
Silencio que sería el apagarse de una estrella que ilumina
persistenente la oscura noche. Yo también creo en la fuerza de la
pasión, que puede derretir al hierro y a las mentalidades violentas
que han esquilmado a nuestros hermanos.
> Sean estas palabras mi apoyo a uno de mis hermanos que en
estos tiempos levanta su voz sin que la mano de los poderosos
pueda hacerlo callar.

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