Qué es el Software Libre?

"Software Libre" es cuestión de libertad, no de precio. Para entender el
concepto, debes pensar en la "Libertad de Expresion" y no en la "cerveza
libre".

"Software Libre" se refiere a la libertad de los usuarios de correr, copiar,
distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software. Mas precisamente, se
refiere a las cuatro libertades de los usuarios de software:


La libertad de correr el programa, con cualquier proposito (libertad 0).
La libertad de estudiar como funciona el programa, y adaptarlo a sus
necesidades (libertad 1). El acceso al código fuente es una precondición
para esto.
La libertad de distribuir copias de manera que se puede ayudar al vecino
(libertad 2).
La libertad de mejorar el programa, y liberar las mejoras al publico de tal
manera que toda la comunidad se beneficia. (libertad 3). El acceso al código
fuente es una precondición para esto.
Un programa es software libre si los usuarios tienen todas estas libertades.
Por esto, eres libre de redistribuir copias, ya sea con o sin
modificaciones, ya sea gratis o cobrando una cuota por la distribucion a
cualquiera y a cualquier lugar. El ser libre de hacer esto significa (entre
otras cosas) que no tienes que pedir o pagar permisos.

Tambien debes tener la libertad de hacer modificaciones y utilizarlas de
manera privada para tu trabajo o juego, sin ni siquiera mencionar que dichas
modificaciones existen. Si tu publicas tus cambios, no necesitas avisar a
nadie en particular, o de una manera en particular.

Tu pudiste haber pagado por obtener copias del software GNU, o tal vez
obtuviste las copias sin ningun cargo. Pero no importa como obtuviste tus
copias, tu siempre tienes la libertad de copiar y cambiar el software.

Para que estas libertades sean reales, deben ser irrevocables conforme no
hagas algo malo; si el desarrollador del software tiene el poder de revocar
la licencia, inclusive si no has dado causa, el software no es libre.

Sin embargo, algunos tipos de reglas acerca de la manera de distribuir
software libre son aceptables, cuando no entran en conflicto con las
libertades centrales. Por ejemplo, copyleft (expresado muy simplemente) es
la regla que implica que cuando se redistribuya el programa, no puedes
agregar restricciones para denegar a otras personas las libertades
centrales. Esta regla no entra en conflicto con las libertades centrales;
sino que las protege.

Las reglas acerca de como empacar una version modificada son aceptables, si
ellas no bloquean efectivamente la libertad de liberar las versiones
modificadas. Reglas que indican "Si tu haces disponible el programa de esta
manera, debes tambien hacerlo disponible en esta otra" pueden ser aceptables
tambien, bajo la misma condicion. (Notese que tal regla deja la eleccion de
hacer o no disponble el programa).

En el proyecto GNU, utilizamos "copyleft" para proteger estas libertades
legalmente para todos. Pero el software libre sin "copyleft" tambien existe.
Creemos que hay razones importantes porque es mejor usar copyleft, pero si
tus programas son software libre sin ser copyleft, aun asi los podemos
utilizar.

Visita Categorias de Software Libre (18k caracteres) para que veas una
descripcion de como el "Software Libre", "Software con copyleft" y otras
categorias de software se relacionan unas con otras.
http://www.gnu.org/philosophy/categories.es.html
Algunas veces las reglas de control de exportacion del gobierno y las
sanciones del mercado pueden reprimir tu libertad de distribuir copias de
los programas a nivel internacional. Los desarrolladores de software no
tienen el poder para eliminar o sobrepasar estas restricciones, pero lo que
pueden y deben hacer is el reusar el imponerlas como condiciones de uso del
programa. De esta manera, las restricciones no afectaran actividades y gente
fuera de las jurisdicciones de estos gobiernos.

Cuando se habla de software libre, es mejor evitar terminos como: "regalar",
o "gratis", porque esos teminos implican que lo importante es el precio, y
no la libertad. Algunos terminos comunes tales como "pirataje" contraen
opiniones que esperamos que tu no apoyes. Visita Palabras y frases confusas
que vale la pena evitar donde encontraras una discusion acerca de estos
terminos. También tenemos una lista de traducciones de "software libre" en
varios idiomas. http://www.gnu.org/philosophy/words-to-avoid.es.html




POR EL USO DE SOFTWARE LIBRE U OPEN SOURCE EN CUALQUIER ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA DEL PLANETA

MANIFIESTO
En 1999, la ONG Fronteras Electrónicas, de la que formaba parte Kriptópolis,
lanzó una campaña en pro de la instalación de software libre en las
administraciones públicas. A las razones entonces apuntadas (mayor
adaptabilidad, economía, acceso universal, fiabilidad y seguridad del
software libre con respecto al software propietario), se ha venido a añadir
una de mucho más peso: la necesidad de garantizar que los datos personales
de los ciudadanos en manos de la Administración, así como los secretos
oficiales, se encuentren adecuadamente protegidos.
La Ley Orgánica de Protección de Datos, y el Reglamento de Medidas de
Seguridad que la desarrolla, imponen a los particulares y empresas que
almacenan bases de datos de carácter personal, la adopción de medidas que
garanticen la seguridad de los datos almacenados, estableciéndose fuertes
sanciones en caso de incumplimiento. Desde Kriptópolis entendemos que el
poder político debe estar al servicio de los ciudadanos, y en consecuencia,
debe exigírsele a la Administración la misma diligencia en la protección de
la intimidad que ésta impone a sus administrados.

Los problemas de seguridad de la Red Internet son noticia de todos los días,
como lo son los escandalosos fallos de seguridad que presentan los programas
distribuidos por las empresas productoras de software, algunas de las cuales
son administradas por personas titulares de las mayores fortunas del
planeta. A ello se añaden otros datos preocupantes, como la confirmación de
la existencia de la red de espionaje ECHELON, o la recientemente
publicitada -y luego desmentida- proscripción por parte de las fuerzas
armadas alemanas de los programas de Microsoft, en base a información de sus
servicios de inteligencia, en el sentido de que las agencias de
investigación estadounidenses controlaban todo el código fuente de Microsoft
y podrían acceder incluso a datos codificados.

Aún resuenan por la Red las carcajadas de los internautas, recordando el no
lejano día en que la página Web de La Moncloa, sede del Gobierno Español,
fue modificada, apareciendo una fotografía con cuernos del Presidente del
Gobierno, José María Aznar. En aquellos días se habló mucho del peligro que
representaban los hackers para el desarrollo de la Internet hispana, pero
pronto se olvidó que el encornudamiento del Sr. Aznar fue posible gracias a
un fallo del programa Microsoft Internet Information Server que administraba
el servidor de Presidencia del Gobierno.

No estamos hablando de un asunto baladí. Nuestro Gobierno y las
Administraciones Públicas manejan a diario información sensible de millones
de ciudadanos, y son depositarios de secretos de Estado que afectan a la
seguridad nacional. Desde Kriptópolis nos consideramos con derecho a exigir
que los secretos sigan siéndolo, porque en ello reside la garantía del
efectivo ejercicio de los derechos fundamentales.

Los programas de código propietario imposibilitan que el usuario sepa
exactamente cómo funciona el programa y qué tipo de operaciones realiza en
la máquina, con lo cual ni tan siquiera los servicios de inteligencia pueden
detectar la instalación de posibles puertas traseras o fallos del programa
que permitan el acceso de intrusos a los secretos oficiales. Problemas que
no existen cuando se utilizan programas de código abierto.

Por los motivos expuestos, Kriptópolis considera necesario iniciar una
campaña para exigir a nuestro Gobierno, y a todas las Administraciones
Públicas, la adopción de un plan de medidas de seguridad dirigido a
garantizar la información sensible almacenada en los ordenadores oficiales,
con arreglo a los siguientes puntos:


Proscripción en los sistemas informáticos oficiales de todos aquellos
programas y sistemas operativos de los que no se disponga del código fuente.

Ampliación de las potestades de la Agencia de Protección de Datos, al objeto
de que pueda fiscalizar la actuación de los poderes públicos en la
protección de datos personales, pudiendo exigir a éstos la instalación de
programas y sistemas operativos de código abierto.

Elaboración de normas legales que impulsen y promocionen, mediante
subvenciones públicas, la elaboración de sistemas operativos y programas de
código abierto, estableciendo primas a las empresas españolas que inviertan
en la investigación y desarrollo de dicho software.

Comparecencia ante el Congreso del director del CESID, al objeto de
informar -en la medida que ello no afecte a la seguridad nacional- sobre qué
tipo de programas custodian la seguridad de los secretos oficiales.
Desde Kriptópolis invitamos a unirse a esta campaña a cuantas asociaciones,
partidos políticos y sindicatos compartan nuestros postulados. Un pueblo
espiado nunca podrá ser un pueblo libre.

Kriptópolis, 27 de marzo de 2001.


PROHIBIDO EN ITALIA UN ANUNCIO DE LA BSA

David Casacuberta


En la ciudad de Roma, el jurado ha considerado que un anuncio de la BSA
(Bussiness Software Alliance: una asociación de empresas productoras de
software, con Microsoft a la cabeza) que se emitía por la televisión
italiana constituía publicidad engañosa, al explotar la credulidad y el
miedo de los espectadores. El anuncio se retirará automáticamente de las
ondas y la BSA no podrá volverlo autilizar en Italia.
En el anuncio se intenta asustar a los usuarios de software pirata
amenazándolos nada más y nada menos que con penas de cárcel. Un modesto
hombre de negocios encarcelado mira al espectador con cara angustiada
mientras una voz en off anuncia falsedades enormes como que "copiar software
es ilegal en Italia" y que la pena puede ser de "tres años de cárcel",
cuando copiar software en sí mismo no es un delito, ni aquí ni en Italia. Es
vender y distribuir software comercial sin licencia lo que es delito.

El anuncio ha molestado sobremanera a la comunidad Linux dentro y fuera de
Italia, pues desde la filosofía del freeware, el copyleft y el código
abierto es una auténtica insensatez decir que copiar software es un delito
que se castiga con tres años de cárcel.

Paradójicamente, la BSA hasta ahora estaba muy orgullosa de su campaña
publicitaria en Italia, tal y como puede leerse en su sitio web.

Sólo nos queda esperar que algún organismo reaccione ante el vergonzoso
anuncio de la SGAE sobre piratería, que aún hemos de sufrir en España.

 http://www.bsa.org/italia/press/newsreleases//2000-10-20.348.phtml
http://www.zeusnews.com/index.php3?ar=stampa&cod=412&ar2=stampa&numero=190

Francia contra las patentes de software


 jcgarcia nos cuenta "En Francia el Secretario de Industria ha afirmado que
está en contra de las patentes de software porque acaban con la innovación y
promueven el terrorismo judicial aumentando las disputas legales de las
multinacionales de software contra las empresas innovadoras (start-ups).
Noticia extraída de Eurolinux. Que tomen nota por aquí..."
http://petition.eurolinux.org/pr/pr10.html?LANG=en



Coacción por piratería de software no tiene base legal
MENSAJE SIN EL AUSPICIO DE LA CAMARA DEL SOFTWARE...MAS BIEN CON SU FASTIDIO
NO somos socios, no la auspiciamos, no la recomendamos, solo se la menciona
como defensora del Software que NO recomendamos, ni vendemos ni usamos.

SERVICIO GRATUITO PARA SUSCRIPTORES:

SI UD. ES ATACADO POR LA BSA O LA CAMARA DEL SOFTWARE POR SU USO DE
PROGRAMAS, **** LE DA APOYO LEGAL PARA DEFENDERSE...CONSULTENOS, tenemos los
mejores especialistas en el manejo del tema Licencias, legalidad,
aplicabilidad de la ley, trampas de la BSA, atropellos frecuentes, abusos de
los fabricantes, como reaccionar frente a una intimación o inspeción, en
fin, que hacer para no tener esas molestas visitas.

LO BÁSICO: El Certificado de Software Legal o no, no tiene validez alguna ni
en contra ni a favor frente a la Ley actual, La Camara NO tiene NINGUNA
potestad legal, es solo una empresa privada que defiende los intereses de
cirtas marcas, y que informa a un estudio juridico contratado, la BSA.
NO ES UNA ENTIDAD RECONOCIDA, es solo una empresa privada.

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LE HEMOS SACADO DE ENCIMA A LA CAMARA Y A LA BSA A GRANDES EMPRESAS, que han
tenido que retirar sus demandas ilegales.


Bolivia como en Uruguay

El Centro de Especialización en Computación (CEC) enjuicia a Microsoft,
Autodesk y Adobe Systems Incoporated por daños, por casi un millón de
dólares.

La coacción que están ejerciendo en el país las empresas productores de
software contra los que venden los programas de computación "piratas", no
tiene bases legales. Este hecho que podría calificarse de chantaje fue
rechazado por el Centro de Especialización en Computación (CEC), que inició
una demanda por daños a su imagen por 900 mil dólares.

Desde el año pasado, la Bussines Software Aliiance (BSA), en representación
de Microsoft, Autodesk y Adobe Systems Incoporated, inició acciones contra
vendedores y empresas que tienen programas instalados en sus computadoras,
calificados de "piratas", porque no pagaron el derecho de uso.

En diciembre del año pasado, dentro del llamado programa de la lucha contra
el uso de programas "piratas", más de dos mil empresas bolivianas fueron
puestas en una lista negra para ser demandadas por Microsoft Corporation,
Autodesk Incoporate y Adobe Systems Incorporate, a través de la BSA.

Los autores de esta supuesta "piratería informática", con excepción de
cuatro empresas, entre las que están el Centro de Especialización en
Computación, Laboratorios Alcos, Intercom y Cotel que ya fueron demandadas,
han sido objeto de una tregua hasta los primeros días del mes de mayo del
presente año.

Si en este plazo, las empresas nacionales no regularizan la situación
podrían ser enjuiciadas penal o civilmente, lo que sin duda causará una
verdadera debacle por el cierra de muchas de ellas.

Ante esta arremetida de los autores de los programas Windows, Word, Excel,
Acces. Power Point, Autocad, Photoshop y otras, el CEC presentó una
contrademanda contra las empresas Microsoft Corporation, Autodesk
Incorporate y Adobe Systems Incorporate, por un monto total de 900 mil
dólares.

Los argumentos contenidos en los escritos presentados por el CEC en el
Juzgado Cuarto de Partido en lo Civil-Comercial, tienen su fundamentación en
que los apoderados de las empresas demandadas no están habilitadas para
intervenir en el juicio, por no tener poderes suficientes.

Además, dice la demanda, el CEC, tal como lo han acreditado las empresas
nacionales que le vendieron los programas de software en actual uso en sus
institutos de las ciudades de La Paz y El Alto: Sistemas Personales Ltda. y
Alvimer S.A. (Bolivia), son pioneros en tecnología y legalidad y un ejemplo
en el cumplimiento de normas de licencias establecidas para el software.

Luego se señala que el CEC, empresa educativa que funciona con licencia del
Ministerio de Educación, sufre un daño a su imagen por la publicidad que
hacen Microsoft, Autodesk Incorporate y Adobe Systems Incoporated.

Esta publicidad difundida en varios medios de comunicación señala que el CEC
sería pirata o ladrón de informática. Con este acto, las empresas Microsoft,
Autodesk Incorporate y Adobe Systems Incoporated han cometido actos
ilegales, culposos e irresponsables, y que su accionar causó daños morales y
materiales, por los cada una de ellas debería pagar 300 mil dólares en
atención a que el perjuicio económico sufrido, expresado en lucro cesante y
el daño emergente, ha afectado y afecta por mucho tiempo a su patrimonio y
todo como consecuencia de la funesta campaña que las empresas demandantes
han desarrollado a nivel nacional en su contra.

INCUMPLEN LA LEGISLACION

El memorial del CEC sostiene que ninguna de las tres empresas han cumplido
con la legislación boliviana vigente sobre Derechos de Autor y con el
Decreto Reglamentario sobre Programas de Ordenador o Computación (soporte
lógico o software).

Al no cumplir estas normas, no tienen ninguna titularidad sobre ningún
derecho patrimonial intelectual, merecedor de la protección legal del
Estado, ya que no poseen ninguna inscripción en el Registro Nacional de
Derechos de Autor, como organismo de la Dirección de Derechos de Autor,
dependiente del Instituto Boliviano de Cultura.

De manera extraoficial se sabe que solamente en la ciudad de La Paz,
funciona más de 200 institutos que dan cursos sobre Sistemas Operativos,
Microsoft Office, Diseño Gráfico. Photo Shop, Seminarios de Internet,
Análisis de Sistemas y otros que instruyen a más de 10.000 alumnos
anualmente. Este número de institutos a nivel nacional llegarían a casi 500
con más de 30.000 alumnos.

Si siguen las acciones de la BSA, estos institutos deberán paralizar su
funcionamiento, razón por la cual se estaría gestando una Asociación para
pedir al Estado que exija a Business Software Alliance y a sus afiliados
Microsoft Corporation, Autodesk Incorporated y Adobe Systems Incorporated,
cumplir con carácter previo a cualquier acción legal, con la normatividad
jurídica del país y poner énfasis cuando tengan derechos legítimamente
registrados en el país, en dirigir sus acciones legales contra los
productores comerciales distribuidores y vendedores clandestinos de
Software.

http://www.eldiario.net/2001_0330/02_politica.html


BSA, el sabueso del software comercial
por Melisa Tuya



 Evidentemente el software comercial vale dinero y pertenece a determinadas
personas y empresas que tienen todo el derecho del mundo a cobrar por sus
productos. Un buen puñado de estas empresas se alió en 1988 bajo el nombre
de Business Software Alliance, BSA para amigos y enemigos, para defender sus
prerrogativas frente a la piratería informática.

La BSA actualmente es una organización internacional (opera en 65 países)
que representa a los principales desarrolladores de software comercial del
mundo y que está soportada por ellos. A saber: Microsoft, Novell, Adobe
Systems, Apple, Corel, Macromedia, Lotus, Filemaker, Symantec, Autodesk,
Attachmate, Bentley System y Visio.

Al frente de esta organización se encuentra Robert Holleyman. Antes de
unirse a la BSA hace ya 10 años, este abogado fue consejero del Senado
estadounidense y director y asesor legal del senador Russell B. Long.

Una curiosidad: La BSA comparte siglas con los Boy Scouts of America y la
Bank Securities Association.

Su función en el mundo

La BSA se autodenomina organización sin ánimo de lucro. Algo totalmente
cierto desde un punto de vista estrictamente legal, ya que no ingresa ni un
solo dólar, pero bastante discutible desde una perspectiva algo más
filosófica. Con poco que se rasque la superficie se ve que su razón de ser
en el mundo, perseguir la piratería de software, es una actividad que
redunda positivamente en las arcas de sus componentes. Sería mucho más
elegante y más sincero por su parte si se reconocieran una organización al
servicio de los justos intereses de determinadas empresas y Estudios
Juridicos como De Freitas en Uruguay en vez de intentar convencer de que
actúan por el bienestar del mundo.

"La voz de la industria del software", como se refiere a sí misma, asegura
que sus funciones son tres:

Educar, concienciar a los gobiernos y a los consumidores de que pagar por
usar el software redunda en beneficio de la economía de esa nación e
incrementa la productividad de los trabajadores y el número de puestos de
empleo.
Emprender acciones legales contra aquellas empresas que incumplan las leyes
de propiedad intelectual y que hagan mal uso de las licencias de software.
(Es de suponer que esta es la parte que más les divierte).
Y por último, promover legislaciones que protejan los derechos de propiedad
intelectual y conseguir que los distintos gobiernos las ejecuten. Discutir
sobre la viabilidad y el futuro de los derechos de autor es otro interesante
berenjenal en el que Baquía.com se ha adentrado en otras ocasiones.
La BSA además, y para conseguir sus fines, publica regularmente informes
alertando, y a veces informando, de los crecientes o decrecientes índices de
piratería en el mundo.

Su último estudio estima que el 36% de los programas del mundo es pirata y
que sólo con que la piratería en Europa occidental se redujera a un 27% en
el año 2001, se obtendrían 258.651 nuevos empleos y se recaudarían 2,1
billones de pesetas en impuestos.

Como prueba para demostrar que la piratería es un freno a la economía,
también hacen afirmaciones discutibles como que "En Estados Unidos y Europa
occidental, donde el índice de piratería es relativamente bajo, las ventas
de ordenadores y de software fueron altas, y por el contrario en Asia,
Europa del Este y Oriente Medio que presentan un elevado índice de
piratería, las ventas fueron bajas". Seguro que no tiene nada que ver con
que son países mucho más pobres.

En fin, nadie espera que no sean partidistas, basta con entrar en su sitio
web y leer las ventajas que alegan para el uso del software legal. Por
ejemplo, que elimina prácticamente la posibilidad de entrada de virus en los
sistemas. También es indicativo de esta actitud el hecho de que en su
campaña contra la piratería, la BSA considera que sólo hay dos tipos de
software en el mundo: el propietario y el ilegal. Nunca recuerda ni menciona
que hay otras soluciones, como acudir al software open source, completamente
legal y fuera de su jurisdicción.

Una actuación hipotética

Si usted estuviera al frente de una empresa que la BSA considerara
sospechosa de haber violado algún tipo de licencia de software, se podría
ver muy fácilmente envuelto en una pesadilla similar a esta. Las historia
empieza así: Un día cualquiera, llega una carta, a la empresa X en forma de
formulario y escrita en un tono un tanto paternalista que contiene una serie
de exigencias que abarcan desde el nombre del encargado de comprar el
software hasta la enumeración de todos los programas empleados en la empresa
y su licencia.

Ante esa carta sólo hay tres posibles reacciones: Una es devolverla
cumplimentada como un niño bueno. Otra es ignorarla. La tercera es contestar
airadamente que se metan en sus asuntos. La cosa se empieza a poner
interesante si la BSA no queda contenta, algo que sucede casi siempre en los
dos últimos casos y con frecuencia en el primero. En ese caso, otro día
cualquiera, puede presentarse un juez acompañado de varios policías que
ordene a todos los trabajadores que se alejen de sus computadoras. La BSA ha
acudido, como aplicado sabueso que es, a investigar una denuncia, quizás de
algún ex empleado rencoroso.

Durante un buen rato se dedicará a comprobar, máquina a máquina, si hay
software ilegal instalado. Mientras ellos inspeccionan, no permitirán que
nadie se acerque a una computadora, por si lo que quiere es eliminar
pruebas. Una actitud muy parecida a buscar un alijo de drogas.

Si encuentran algo, habrá que apechugar con una buena multa, además de
clamar al cielo, insultar todo lo insultable y dejarse los nudillos en la
CPU portadora de software pirata. Y aprender una lección para toda la vida:
no perder jamás una licencia y vigilar como una esfinge todo lo que los
empleados instalen; o la conveniencia de pasarse al software open source.

Un caso real

Uno de los últimos casos que ha tenido eco en la prensa está protagonizado
por la ciudad de Virginia Beach, que recibió una carta en la que les daban
30 días para encontrar y entregar las licencias del software de Microsoft
instalado en todas las computadoras de la administración pública. Pese a
conseguir 30 días más y a dedicar el 25% de su departamento técnico a esta
tarea en exclusiva, un 13% de las licencias no aparecieron (ellos alegan que
por haberse perdido, no por haber sido pirateadas). El resultado ha sido una
multa de 129.000 dólares, eso sin contar los costes de tener a un nutrido
grupo de personas preparando esta auditoria durante dos meses.

Otro caso reciente se ha dado en Phoenix, dónde una empresa llamada DuraSwit
ch Industries va a tener que pagar una multa de 135.000 dólares y borrar el
software cuyas licencias no han sido localizadas.

Espía a tu vecino

Mucho ojo. Nadie va a defender desde aquí la piratería del software. Los
derechos de propiedad intelectual y Copyright deben ser respetados, al menos
durante el tiempo que aún les queda por vivir. Pero el objetivo de la BSA,
las presas a perseguir, deben ser aquellos piratas industriales que
pretenden sacar suculentos beneficios de vender copias sin licencia, pero no
deberían cebarse con los particulares ni con aquellos empleados que a título
personal, conscientemente o desinformados, decide saltarse a la torera los
derechos de autor del software. Y los métodos para perseguir estos delitos
deben ser medidos y racionales.

La BSA solicita enérgicamente, ya que no puede exigir, que todos seamos sus
sabuesos y denunciemos a cualquiera que veamos empleando software ilegal. En
su nodo aparece esta exhortación: "¿Le preocupa la utilización de software
ilegal? Si sospecha que un socio, un compañero de trabajo o incluso un
antiguo empleado está utilizando o vendiendo software sin licencia,
comuníquelo a BSA a través de la línea de información gratuita o mediante
una demanda online. Sólo le llevará un momento hacerlo y la información que
proporcione se mantendrá en el más estricto secreto. Incluso puede efectuar
la denuncia de manera anónima".

Independientemente de las dudas existenciales que se le pueden plantear a
aquel defensor del software legal que se encuentre a su compañero de mesa y
amigo del alma con un Office 2000 sin licencia, el expeditivo método
adoptado por la BSA de investigar denuncias de particulares conlleva los
peligro de cualquier estado policial. Antiguos empleados rencorosos y ex
novias vengativas, por poner un par de ejemplos, tienen en la BSA un sistema
perfecto para buscar las cosquillas a aquellos a quienes quieren mal.

La polémica sobre esta peculiar manera de recabar información saltó de nuevo
hace casi dos meses cuando la BSA anunció que ofrecería 10.000 libras como
recompensa a todo aquel que facilitara información que contribuyera a
atrapar malvados piratas. Una iniciativa en la mejor línea del lejano oeste
americano y que da qué pensar sobre las motivaciones de la gente que llama a
las líneas calientes de la BSA. Evidentemente, a la BSA le importa bien poco
que el denunciante sea un convencido de la conveniencia de pagar por el
software o que sus motivos sean otros.

Puede ser una política más o menos elegante, pero es innegable que da sus
frutos: sólo en los primeros 9 meses del año 2000 la BSA recibió 9.516
denuncias en toda Europa, 8.186 se convirtieron en acciones legales y 1.121
en redadas. Las multas ascendieron a 3.368.659 millones de dólares. Todo
esto sólo en el viejo continente, dónde curiosamente se reciben más
denuncias que en ninguna otra parte. España es el tercer país europeo con
más denuncias en lo que va de año: 363 empresas, distribuidores y
particulares denunciados (227 de estas acusaciones se convirtieron en
acciones legales e investigaciones).

¿Se ha quedado con miedo en el cuerpo después de leer esto? Tranquilo, lo
único que debe hacer es recuperar y archivar cuidadosamente todas las
licencias de su empresa, eliminar cualquier resto de software cuya licencia
se haya extraviado, prohibir tajantemente a sus empleados que instalen
cualquier tipo de software, realizar auditorías informáticas internas
regularmente y, por si acaso, agasajar con un jamón ibérico a aquellos que
se vea obligado a despedir. También hay otra opción, que es pasarse a los
programas open source, pero esa es otra guerra que debe ser contada en otro
lugar.









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