ThinkEPI. ¿El año de las tabletas y los e-readers? Dispositivos de lectura
para medios de comunicación

Por Javier Díaz-Noci
Una manera de acceder a la información en cualquier momento y lugar, con una
buena definición, la posibilidad de llevar cargada una buena
discoteca-biblioteca (o la posibilidad de acceder a ella) y no tener que
preocuparnos por la batería… ¿estamos cerca de un nuevo salto cualitativo en
la manera en que nos relacionamos con la información digital –o
digitalizada? ¿Son las tabletas digitales ese paso adelante?
Entre 2008 y 2010 se ha producido una eclosión comercial de las pantallas
digitales. Aunque, recordemos, no se trata de un nuevo dispositivo, sino de
una mejora de los que ya existían. Tanto para leer como para leer y
escribir, las tecnologías ya existían. En este periodo, en todo caso, se han
mejorado y, sobre todo, hemos asistido a una campaña comercial, que
probablemente será más decidida a lo largo de 2010.
Varios factores han influido en ello. Algunos novedosos, otros no tanto.
Como concepto, el de la tableta no es sino la actualización de uno muy
antiguo, de los tiempos de la antigua Roma: la tabulae (una tablilla
cubierta de cera sobre la que se escribía con un punzón o stylus y después
podía borrarse, extendiendo de nuevo la capa de cera), que a veces adoptaba
la forma de dos páginas enfrentadas (diptychus). Hoy la pantalla es digital
y el punzón, un trozo de plástico que activa un reconocimiento de escritura
o activa un teclado virtual. Nada que no utilizasen las agendas electrónicas
o PDA, que han ido evolucionando hacia el pocket pc. Un diseño más avanzado,
pero en el fondo lo mismo, son los tablet pc, que se conocen desde hace unos
años. Ambos han obtenido un éxito relativo. Si bien las PDA fueron en su día
una herramienta bastante presente en el mercado, el precio elevado hizo que
no fuesen un dispositivo absolutamente extendido y popular.
El tamaño de los ordenadores portátiles, su peso y su batería limitada
–además de, durante años, su precio igualmente elevado- hicieron que tampoco
haya sido hasta la bajada del coste –y de prestaciones, a la vez- y del
tamaño de la pantalla un dispositivo omnipresente. Hoy lleva camino de
serlo: el netbook, merced a su precio (entre 200 y 400 euros, según los
modelos) se ven por todas partes, y, a pesar de su poca memoria, su disco
duro limitado, pero suficiente, y su ausencia de disqueteras de DVD, se han
convertido en una herramienta verdaderamente popular. La duración de las
baterías ha mejorado, y su tamaño y peso hacen que se pueda llevar en una
mochila (los de bolsillo, que existen; por ejemplo, los Sony Vaio P Series,
con una superficie de 8 pulgadas) tienen una pantalla y un teclado tan
pequeños que difícilmente pueden usarse para escribir o leer más que textos
breves. Los netbooks han demostrado que hay un gran mercado para ordenadores
de prestaciones medianas, pero muy versátiles y, sobre todo, fácilmente
transportables, con una pantalla con las dimensiones justas (ni tan pequeñas
como las de una PDA, ni tan grandes como las de un laptop) que permita
escribir, leer y ver contenidos audiovisuales. No sólo para trabajar o
estudiar, también para el entretenimiento donde el audiovisual es líder. Y,
por supuesto, con conexión wi-fi, un recurso que está empezando a ser ubicuo
y gratuito. Basta fijarse, en por ejemplo, el consumo de series de
televisión, cómo una buena parte se produce no ya de forma síncrona a su
emisión por la gran pantalla –cada vez más grande- sino mediante los
archivos disponibles en Internet.
En este panorama de convergencia de dispositivos y de aplicaciones, otro
hito fue la comercialización, en los primeros años del nuevo siglo y
milenio, fue el iPod, cuyo primer modelo se comercializó en octubre de 2001.
En el fondo, no es sino un reproductor de archivos mp3, primero, y mp4,
después, con un disco duro. Y un diseño elegante. El iPod daba la
posibilidad de llevar toda la música, una enorme discoteca, encima a todas
horas. Modelos posteriores permiten la reproducción de video. Desde que
Apple lanzó el iPod, es una estampa cotidiana ver a todo tipo de personas
haciendo un uso intensivo de este aparato, o de otros similares. iPod fue un
punto de inflexión, al menos para Apple: su negocio principal dejó de ser la
fabricación y venta de ordenadores de sobremesa o portátiles, y su
reproductor de mp3/mp4 es el producto estrella. Hasta tal punto, que la
compañía se lanzó a la venta de música por Internet: en el portal atunes.
El iPod ponía el acento, además del diseño, en el almacenaje, aun a costa de
la calidad: un archivo mp3 o mp4 activa mecanismos de compresión y por
tanto, aunque el peso de los archivos es sensiblemente menor, la calidad
también lo es. De alguna manera, los dispositivos de papel electrónico, los
E-readers quisieran ser el iPod de los libros .
La pantalla  del iPod se amplió (hasta ocupar prácticamente toda la
superficie del aparato) y nació iPod Touch, todavía más claramente enfocado
a la reproducción de vídeos. Y, con un diseño prácticamente igual, y en
convergencia con el teléfono móvil (a su vez, cada vez menos un teléfono y
más una cámara de fotos, grabadora de sonidos, reproductor de todo) nació el
iPhone. Todo eso, y conectividad. Y miles de aplicaciones, aunque, por
ejemplo, aún tenga dificultades, por cuestiones de licencias, para
reproducir contenido hecho en Flash.
A principios de 2010, haciendo frente a los insistentes rumores que
anunciaban el gran lanzamiento, a finales de enero, de un nuevo dispositivo
(una tableta o, según parece que estaba ya registrado, una iSlate) de Apple,
el presidente ejecutivo de Microsoft, Steve Ballmer, presentó algunos
ordenadores tipo Tablet PC, pero sin teclado, entre ellos uno de la empresa
HP . Se trata de dispositivos con pantalla convencional, sin la tecnología
de tinta electrónica de la que sí disponen el Kindle de Amazon, el Sony
eReader, el iRex Iliad (modelo más grande, con más prestaciones y más caro
por el que se han decantado los pocos diarios europeos que experimentan con
esta tecnología) y el resto de la oferta de e-readers. El Kindle, de Amazon,
que sí dispone de un pequeño teclado incorporado, ha avanzado en su oferta,
y en 2009 ha permitido su adquisición fuera de los Estados Unidos. Sólo en
2010 puede adquirirse a versión con pantalla más grande, el Kindle DX. En
principio, Amazon se decidió por un sistema cerrado , pero a finales de 2009
ha permitido que su aparato pueda también visualizar formatos abiertos, como
el pdf. La misma política ha seguido Sony con el Reader Daily Edition:
aparatos que dispongan de una pantalla cada vez más grande (el cebo es poder
leer en él diarios, o dos páginas de libro enfrentadas), con posibilidad de
tomar notas, pantalla táctil y una cierta conectividad. De momento, sólo
cuatro diarios estadodunidenses ofrecen su edición para este aparato: The
Wall Street Journal, Los Angeles Times, Chicago Tribune y Financial Times.
La gran esperanza del 2010 es el iSlate (dominio reservado y muchos rumores,
que seguramente ya se habrán hecho realidad cuando se lea este texto; según
aventuraba Wall Street Journal , comercializado en marzo de 2010). Circulan
mucho prototipos por internet e incluso una prestigiosa y muy moderna
revista muestra en un vídeo cómo sería sería dición para este dispositvo:
Wired (
http://www.engadget.com/2009/11/21/wired-shows-off-an-apple-tablet-formatted-copy-of-wired-on-a-fak/).
Una parte importante sería el vídeo: el dispositivo, según anunciaba el 11
de enero de 2009  de Orange, dispondría de una webcam en su pantalla de 10 u
11 pulgadas. En vez de una pantalla de tinta electrónica en blanco y negro ,
una OLED a todo color podría ser la opción, según Wired .
El concepto de una pantalla plana para leer, por ejemplo, información de
actualidad, diarios en definitiva, no es nueva. Data de los años 90, y hay
dos experiencias interesantes: una, que nunca se llegó a concretar, el flan
panel de Roger Fidler, entonces en Knight Ridder,
como puede verse en este video de 1994 (
http://video.google.com/videoplay?docid=-4176721009838609904&hl=en#) . Más
bien pensaba en un dispositivo que sirviese para leer, escuchar y ver las
noticias. Ediciones de pantalla más grande: diarios y revistas, un sector
particularmente interesado en este tipo de dispositivos.
Y otra, de la que llegó a haber un prototipo, la NewsPad de El Periódico de
Catalunya, desarrollada por un equipo conducido por Mario Santinoli.
Por el momento, los diarios han iniciado una timidísima expansión hacia los
dispositivos de tinta digital; curiosamente, o tal vez no tanto, los que
presentan un producto más estático, menos multimedia e interactivo, mucho
más otra vez lo mismo que las ediciones en papel. New York Times lanzó una
edición en el Kindle de la librería virtual Amazon en 2007. El País y El
Mundo (Cebrián confesaba en el número de mayo de 2009 de Esquire que se
había traído uno de Nueva York NY Times en Kindle en 2007. La parte del león
de los beneficios son para el distribuidor, incluso aunque no se llegue al
70%-30% de Amazon.
El País y El Mundo (Juan Luis Cebrián confesaba que se había traido uno de
NY en mayo de 2009) han sido los primeros en España, en 2009. Diario de
Navarra lanzó, también en 2009, una edición para el Rex iLiad.
Simultáneamente, se hizo un estudio en la Universidad de Navarra. “Los
resultados de estas encuestas”, asegura el profesor Ramón Salaverría,
“ponen de manifiesto una muy baja aceptación del nuevo soporte por parte de
los individuos que formaron la muestra. Los dispositivos e-Reader fueron
considerados insatisfactorios para la lectura de prensa, en comparación no
sólo con otros dispositivos digitales más extendidos (ordenadores
portátiles, agendas electrónicas y teléfonos de última generación), sino
incluso en comparación del papel tradicional.” . IFRA –organización que
engloba a los editores de diarios- contempla la posibilidad de que en un
futuro no muy lejano la prensa sea digital, y dice prepararse para ello.
De acuerdo con el estudio de IFRA, la mayoría de los editores, comenzando
por Charles Lansu, de NRC Handelsblad, una de las empresas periodísticas
europeas (holandesa, en este caso) pionera en la investigación y la
inversión en versiones de sus diarios para lectores de e-paper no creen en
los sistemas propietarios. Stig Nodqvist, encargado de la división de IFRA
creada para el seguimiento de estas iniciativas, apostaba a mediados de 2009
por estándares. Aunque esté en su infancia, los editores de diarios siguen
con atención las evoluciones de la industria y preparan en 2010 sendas
conferencias sobre e-reading, a principios de septiembre en Tokio y un mes
después en París.
Todo ello se acompaña de continuos anuncios –sin que se sepa a ciencia
cierta cuál es la cuota de mercado que consiguen- de nuevos dispositivos. Al
dispositivo en color ya presente en mercado japonés, el Flepia de Fujitsu ,
se han añadido otros, como el de Media Logic, parcería con Plastic Logia.
Otras compañías estudian crear sus propios dispositivos. Mientras, los
usuarios dicen que todo es más de lo mismo. Hasta Sony lo asegura en el
anuncio en la web de su último artilugio: “All the benefits of paper,
without the weight and clutter”. Uno de los últimos, el QUE de Plastic
Logic: se trata de lo mismo, pero ampliado. Los periódicos, desde Fidler,
confían en, por ejemplo, su interfaz. Así, como hoy los diarios en internet,
el diseño de estas ediciones para e readers recuerda mucho a los de los
diarios o revistas impresos, con añadidos multimedia. Algunas de las
fantasías de Fidler se han hecho realidad: por ejemplo, que la foto de una
noticia sea, a la orden de un clic, un vídeo. Multimedia e interactivo, así
se definía en 1995-1996 el (entonces llamado) periodismo electrónico . Y
exactamente así se define el futuro de estas nuevas tabletas o slates. No
porque sea una realidad sino porque, quince años después, ése es
precisamente el gran reto: el desarrollo de la hipertextualidad, la
multimedialidad –no meramente yuxtapuesta, sino integrada- y la
interactividad. Hoy, empresas como Time Sports Illustrated siguen imaginando
y elucubrando; ahí está el “Manhattan project”, “a Tablet magazine”.
Está hecho sobre un prototipo de tableta (o slate) de HP. Ya hubo otra época
similar, en los 90, cuando lanzó pathfinder.com , (hoy “new-media and
electronic publishing subsidiary of The Washington Post Company” ), y en
cierto modo es similar a lo que en 1994-º995 hicieron las revistas Time o
Newsweek, ésta con aquellos CD denonimados Newsweek Interactive. Otras
empresas preparan sus prototipos para esa anunciada tableta. Así, Bonnier
R+D: “The concept aims to capture the essence of magazine reading, which
people have been enjoying for decades: an engaging and unique reading
experience in which high-quality writing and stunning imagery build up
immersive stories” .
 El paso que aún no se ha dado completamente es la presentación de contenido
multimedia (¿es el vook un paso adelante, o sólo otra idea que será
rápidamente olvidada ?). Según eso, las empresas mejor preparadas serían
aquellas que ya tienen redacciones integradas y personal polivalente,
empresas que funcionan como grupos y tienen los derechos sobre las imágenes.

Frente a las expectativas de la prensa, el estudio mencionado de Salaverría
plantea “muchas interrogantes con respecto a las expectativas
pretendidamente halagüeñas que actualmente se multiplican en torno a las
posibilidades de los e-Readers como dispositivos de lectura del futuro para
la prensa”. De momento, han atraído escasa publicidad (al contrario que en
el prototipo de Fidler, que pensaba en una dimensión más profunda para los
anuncios y, sobre todo los clasificados; para estos, han nacido sitios
específicos como Craiglist). Y, si tan interesados están en estos
dispositivos como solución a sus problemas, ¿cómo es que –como dice Enric
González en el artñiculo “Promociones”, del 3 de junio de 2009 en El País- ¿
con todas las promociones que hacen, no han llevado a cabo en España todavía
ninguna de estos dispositivos? “A uno le habría parecido más lógico que, por
la vía de las promociones, se intentara difundir entre los lectores una
maquinita como el Kindle u otro de los inventos que permiten leer prensa
digital cómodamente, en cualquier sitio y sin cansar la vista (…). Tal vez
la prensa, en su natural optimismo, espera que se ocupen de eso las empresas
televisivas”. La televisión, en cambio, no estaría interesada en un
dispositivo que imita el papel, sino en una pantalla portátil que permita
reproducir sus contenidos. Muy probablemente, como dice un artículo de Jack
Shaffer , las tabletas no salvarán el periodismo (impreso).
 ¿Nos hallamos frente a un cambio de modelo? No está claro. El  11 de
septiembre de 2009, ElPaís.com pregunta a sus lectores/internautas si
estarían dispuestos a pagar por “contenidos de calidad”. El 14 de septiembre
de 2009 la encuesta indica que sólo el 12% de quienes han respondido
estarían dispuestos a rascarse el bolsillo por esos contenidos. El 86%
responde con un rotundo “no” a la pregunta.
Hoy, el mercado parece decantarse por modelos que no son de pago directo. La
cultura de la propiedad –y de la necesidad qde que la información llegue en
un soporte físico- ha dado paso a la cultura del acceso. Empresas como
Spotify se han dado cuenta: la gente no quiere tener muchos CD, quiere tener
acceso a muchas canciones. Y está dispuesta a aceptar una cuota razonable de
publicidad por disfrutar de ella. Sólo quienes quieran el servicio Premium,
de pago, podrán permitirse el lujo detener la información sin el peaje de la
publicidad.
 Se trata del Tag cloud. Todo está en Internet. ¿Para qué necesita uno un
enorme disco duro en el propio ordenador, con decenas de programas que cada
vez requieren más memoria, y archivos, si los puede depositar, encontrar y
compartir en Internet?
Las tendencias de años precedentes se consolidarán, probablemente, en 2010.
En todo caso, lo que se anuncia es una convergencia de dispositivos y
aplicaciones. Asistiremos a la irrupción en el mercado de dispositivos con
pantallas táctiles y de un tamaño suficiente (nunca menos de 10”), sin
teclado físico (sí virtual).  Por un lado, dispositivos lectores de tinta
electrónica: móviles, con mucha capacidad –y ampliable- de almacenamiento,
cada vez más grandes (Kindle DX y Sony Newspaper), enfocados a la lectura de
libros y diarios (¿están experimentando éstos en ediciones realmente
adaptadas para estos dispositivos?). Disponen de una gran ventaja: mucha
batería y que se encienden –al contrario que los ordenadores equipados con
Linux o Windows- con un solo clic. No se ha insistido, en cambio,
suficientemente en su calidad como dispositivo reproductor de imágenes y
sonidos. No son capaces de reproducir vídeos y son dispositivos de función
única, dedicados: meros lectores o reproductores.  Entre los aspectos a
mejorar, desde luego, la introducción del color.
Frente a estos dispositivos, las tabletas con pantalla luminosa: un
ordenador con lo mejor del iPhone y el iPod Touch (reproductibilidad) y del
netbook, con una pantalla suficiente, bajo precio, alta conectividad,
batería aceptable (extremo a mejorar) y multifunción. La pantalla luminosa,
es cierto, cansa muchísimo más la vista que la tinta electrónica, que no
emite vibraciones, es estable –se basa en bolas microscópicas que giran y
componen una imagen-, pero se trataría de verdaderos ordenadores con
capacidad no sólo de reproducir, sino de creación. La mayoría se anuncian,
por ejemplo, con una webcam.
Otras tendencias parecen menores, como las dobles pantallas (¿cmo el antiguo
dyptichus?) ¿Se trataría de una mezcla de agenda y ordenador como el
prototipo/rumor del Courier de Microsoft ?
Sea como sea, y como ha ocurrido en los últimos años, muchas veces los
árboles no dejarán ver el bosque: ¿ofrecen los nuevos dispositivos productos
y discursos realmente nuevos, nuevas formas de presentar la información, o
son simplemente fuegos de artificio
Notas
1 Las opiniones se dividen; unos, como el consultor italiano Roberto
Casaleggio, dicen que “Kindle può diventare l’iPod dei libri elettronici”
(Green Monkey, 16 de septiembre de 2008, accesible en
http://www.casaleggio.it/media/MF-C-160908-F.pdf). Otras, como Nancy K.
Herther, también en septiembre de 2008, opinaban que “ebook reader is not
the future of Ebooks” (accesible en
http://findarticles.com/p/articles/mi_hb4328/is_200809/ai_n32293637/)
2 http://www.techcrunch.com/2009/12/02/video-time-tablet-magazine/;
http://news.bbc.co.uk/2/hi/8444672.stm
3 “Quien innova, hoy, es el quiosquero”, dice Enric González. “Lo cual da
una idea de cómo está la industria” (“Industrias”, 7 de mayo de 2009 en El
País).
4
http://online.wsj.com/article/SB10001424052748703580904574638630584151614.html#articleTabs%3Dvideo
5 http://www.wired.com/gadgetlab/2009/06/blackandwhite_ebooks/
6 http://www.wired.com/gadgetlab/2010/01/oled-apple-tablet/
7 The tablet newspaper: a vision of the future. Boulder, Colorado:
Information Design Lab, Knight-Ridder, 1994.
8 Salaverría, Ramón. “Explorando el papel digital como plataforma para la
difusión de contenidos periodísticos.-Resultados de una prueba piloto con
"Diario de Navarra"”. Comunicación presentada al II Congreso de la AE-IC,
Málaga, febrero de 2010.
9 http://www.frontech.fujitsu.com/en/release/20090318.html
10 Díaz Noci et al. El periodismo electrónico. Información y servicios. y
servicios multimedia en la era del ciberespacio. Barcelona: Ariel, 1996..
11
http://www.engadget.com/2009/11/21/wired-shows-off-an-apple-tablet-formatted-copy-of-wired-on-a-fak/
12 Newsweek InterActive for DOS is the first CD-ROM to feature a soundtrack
synchronized with full-screen Super Video Graphics Array (SVGA) photographs.
Véase también “Newsweek goes interactive”, en  Wired, 1.02, 1993,
http://www.wired.com/wired/archive/1.02/streetcred.html?pg=2
13 http://bonnier.com/en/content/digital-magazines-bonnier-mag-prototype
14 http://vook.com/vook.php
15 http://www.slate.com/id/2239557/
16 http://www.youtube.com/watch?v=UmIgNfp-MdI?

Javier Díaz-Noci
Universitat Pompeu Fabra
Miembro del grupo ThinkEPI
javier.d...@upf.edu


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