EL TIEMPO OCT 22 04

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Rudolf Hommes
LA RESISTENCIA AL CAMBIO
Reforma universitaria (Octubre 22 de 2004)

¡Pobre Marco Palacio! Está tratando de llevar a cabo una reforma que tiene todo el sentido del mundo, pero lo está haciendo en una universidad.

Estas instituciones son paradójicamente muy reaccionarias y resistentes al cambio. Cuando intentamos llevar a cabo una reforma similar en la Universidad de los Andes hace ya casi 10 años, hubo que enfrentar una oposición similar a la que está sufriendo el rector de la Nacional. Ulpiano Ayala, que era el vicerrector académico, se quejaba de que nada avanzaba porque en todas las reuniones con los profesores había que remontarse hasta Petrarca y arrancar desde ahí.

En las pocas ocasiones cuando se lograba salir del Renacimiento y se llegaba hasta la Revolución Industrial, se caía en Marx, y de ahí no se salía. En el medio académico, la resistencia al cambio es la motivación implícita, los argumentos son elegantes, muy eruditos, y frecuentemente vienen envueltos en la bandera nacional, pero en el fondo lo que los profesores buscan generalmente es que les dejen las cosas como están. Y los alumnos creen que si se quedan más tiempo tomando materias redundantes o cumpliendo formalidades les va mejor en la vida.

En la sociedad moderna, con el cambio acelerado de la tecnología y del conocimiento, y existiendo cada vez más acceso a la información, con lo que hay que dotar a los jóvenes es con conocimientos básicos y con herramientas que les permitan adaptarse rápidamente a los cambios del mercado laboral, del conocimiento y de la tecnología. Y estos conocimientos básicos, en la mayoría de los casos se obtienen en cuatro años o menos de universidad.

El modelo conceptual ideal es aquel en el cual todos los jóvenes de todas las universidades reciben la misma educación básica durante los primeros dos años que incluye esencialmente matemáticas, física o química, biología, ciencias sociales, humanidades, historia, comunicaciones (para que aprendan a escribir y hablar correctamente), introducción al derecho y a la economía y computación. Las matemáticas y las ciencias deberían ser las mismas para todo el mundo para que nadie sienta más adelante que le quedó faltando algo (en la Universidad de los Andes existía el mito de que los ingenieros industriales eran más inteligentes que los economistas y los administradores hasta que se les pusieron a todos los mismo requisitos en las tres carreras). El inglés es esencial y debe ser parte del currículo básico.

No podemos condenar a la juventud universitaria a no tener acceso a la información disponible en el mundo porque a unos pocos se les antoja absurdamente que enseñar y aprender inglés es abrirle puertas al imperialismo angloparlante. En los dos años siguientes se les ofrece la posibilidad de profundizar en un área particular de interés. En el caso de carreras profesionales como arquitectura, algunas ingenierías, o derecho, puede ser necesario un año adicional para cumplir con todos los requisitos, y en medicina se necesita más tiempo, pero para la mayoría de las otras áreas de educación bastan y sobran los cuatro últimos semestres. Durante ese tiempo pueden tomar cerca de veinte cursos, lo que en cualquier área de conocimiento los habilita para seguir educándose por su cuenta y para entrar al mercado laboral. Los que tienen inclinación académica pueden proseguir inmediatamente a hacer maestrías y tienen la opción de continuar hacia un doctorado en el país o en el extranjero.

Este modelo les deja a las empresas la responsabilidad de entrenar a los jóvenes egresados de las universidades en los dos años siguientes. Podrán regresar posteriormente a la universidad para hacer maestrías en las mismas áreas de conocimiento en las que hicieron sus estudios de pregrado o en especializaciones profesionales como el magíster en administración, finanzas o economía, por ejemplo. No sé si Marco Palacio, además de acortar las carreras, también estará pensando en suprimir las tesis obligatorias de pregrado y los demás requisitos inútiles que alargan hoy en día las carreras sin beneficio comprobado. Ojalá lo haga.


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Ligia Parra-Esteban.  Directora
Fundación Voc de Investigación de la Comunicación Entre Científicos.
http://mox.uniandes.edu.co/voc
Luis H.  Blanco.  Secretario de la Junta Directiva.
Laboratorio de Investigaciones Básicas.  Ciudad Universitaria.  Unidad Camilo Torres.  Bogotá.
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