Muy buenos días. La semana pasada envié un mail al grupo Aymara pero no se si
llegó correctamente. Estoy buscando contactarme con los integrantes del Taller
de Historia Oral Andina, y que también, ustedes me recomienden sobre talleres
de recuperación de la tradición oral. Soy director de un proyecto de
Revalorización de la Tradición Oral del Norte de Córdoba (Argentina) que se
llama Relatos del Viento. Hacemos foco en las huellas del pasado originario y
en las causas que están provocando la desaparición de las sociedades campesinas
tradicionales en esta región de mi provincia. Bolivia es una gran referente
para nosotros sobre historia oral, y es nuestra intención viajar en el mes de
Marzo para conocer experiencias.
Desde ya muchas gracias,
Lic. Pablo Rosalía
--- El jue 28-ene-10, Guillermo Vásquez Cuentas gvasquezcuen...@yahoo.es
escribió:
De: Guillermo Vásquez Cuentas gvasquezcuen...@yahoo.es
Asunto: [aymara] Acerca de un libro
Para: List Aymara aymaralist@yahoogroups.com, Ukhamawa Grupo
ukham...@gruposyahoo.com, Aymaranoticias aymaranotic...@gruposyahoo.com,
Tribuna boliviana tribuna_bolivi...@gruposyahoo.com,
aymarasyquech...@gruposyahoo.com
Fecha: jueves, 28 de enero de 2010, 4:30 pm
AYMARA EN EL TIEMPO
Jesús Santisteban �vila santisp...@gmail. com
Pedimos disculpas a nuestros lectores por intentar actualidad a un hecho
ocurrido hace tiempo. Se trata de un libro. Por su contenido y enseñanzas, un
buen libro. La opinión pública (Puno, Perú) de entonces, parece que
solamente le brindó escepticismo e indiferencia en el camino competitivo de la
forma, color y textura bibliográficos. Sin haberlo leÃdo parece que hicimos
de el simplemente un intento. Sin embargo, el mismo que surgió de la esperanza
de ser útil, se convirtió luego en osadÃa con pretensiones de cambiar algo
de aquella realidad.
Pero el tiempo transcurre también para los libros. Durante estos años, aquel
testimonio de empresa bibliográfica, supo cumplir silenciosamente una misión.
Enseñar a los puneños lo que ni la escuela oficial ni el hogar citadino se
atrevieron a hacer. En sus páginas se puede leer todavÃa que la estructura
del Idioma Aymara no incluye género. En Aymara existen otros mecanismos para
diferenciar masculino-femenino. Que, en el listado de sus caracterÃsticas como
idioma, la función en y respecto a los denominados sufijos radica la base
formal de las palabras, frases, oraciones, generando elisión o pérdida de
vocales en su escritura y pronunciación.
Luego, revisando sus páginas, se hicieron evidentes las primeras hipótesis de
trabajo. ¿Cuantos siglos transcurridos desde la protohistoria fueron
necesarios para formar el Idioma Aymara?. ¿Y cuantos de trabajo, en tenaz
enfrentamiento con las necesidades grupales, en cuanto a subsistencia, dominio
del medio fÃsico, aclimatación? ¿Y cuantos más transcurrieron para la
conformación utilitaria de sus vocabularios y sus vibraciones fonológicas?
Las respuestas no están a la vuelta de la esquina. Es imprescindible que todos
nosotros, ciudadanos de épocas recientes, acostumbremos a asimilar el paso del
Tiempo –difÃcil de ser determinado pero seguramente enorme como magnitud-,
alrededor de los grupos humanos que hicieron posible el Idioma Aymara. En sus
fonemas, en sus vocabularios, el Aymara exhibe aquel tiempo transcurrido,
llegando hasta nosotros en forma de herencia cultural. A su interior se
identifican Conocimientos, Experiencias, Formas de entender el mundo, Valores,
Mecanismos de identificació n con la Naturaleza, acercamientos a los mundos
que cubre la Esfera Celeste.
Nuestro pensamiento racional deberÃa sintonizar, de vez en cuando, con el
tiempo transcurrido, para acostumbrarnos a sacar conclusiones más coherentes y
justas en el trance de conceptualizar nuestra relación con el Idioma Aymara.
Por lo pronto, no nos conviene inclinarnos a sucumbir ante posibles formas de
indiferencia, regateando al Idioma Aymara su natural derecho a evolucionar como
todas las expresiones lingüÃsticas del mundo y permitir – a través de sus
modalidades orales, escritas, leÃdas, comprendidas por su pueblo ansioso de
conocimientos- el progreso y la libertad que seguramente fueron sustentos de
origen.
En el plano de especular resultara fascinante identificar la existencia –en
nuestra América Morena y sus alrededores- el testimonio de otros pueblos,
otras razas, otros idiomas con los cuales nuestros antepasados aymaras
intercambiaron expresiones de cortesÃa, manifestaciones de asombro, de duda,
de interrogación, de filosofÃa, de coincidencias y antagonismos.
Necesitamos dedicar una parte de nuestro tiempo académico, docente,
profesional a rendir más devoción, más inclinación por lo nuestro.
Luego, permÃtannos presentar a los autores de aquel esfuerzo de cambio,
subrayado en la primera parte. Cuando la opinión pública mencione al
INSTITUTO DE ESTUDIOS AYMARAS DE