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Subject: CP,Zapatista autonomy and other voices,May 10
Date: Fri, 11 May 2007 15:42:21 +0200

EZLN  Actores principales y testigos hablan sobre co'mo es el escenario en el
que se pretende construir un mundo diferente centrado en las comunidades
indi'genas.

La Autonomi'a zapatista y otras voces

Abenamar Sa'nchez
Cuarto Poder, 10 de May de 2007

Cinco kilo'metros antes de llegar de Tuxtla a Ocosingo se levanta a orillas
de la carretera, cerca de la comunidad Progreso, un peque~o restaurante del
indi'gena Alfredo Lo'pez.

-Estamos en territorio zapatista -, dice.

Pero es como a diez kilo'metros antes, por el desvi'o a Altamirano, municipio
en el que esta' establecido el Caracol de Morelia, donde se encuentran los
primeros anuncios de que se pisan tierras zapatistas.

-Fui uno de ellos - confiesa el hombre.

El negocio -bautizado como Los Hongos- lleva un a~o con tres meses de
haberse fundado. Los esposos Alfredo y Sebastiana decidieron apostarle a la
venta de alimentos. Pero su corazo'n, advierten, esta' au'n con los zapatistas.

-Es que su lucha es justa -, dicen.

Lo mismo dira' ma's tarde, ya en el pueblo de Ocosingo, un militar tras
platicar que el Eje'rcito Mexicano tiene monitoreado cada uno de los
movimientos del EZLN y esta' preparado para actuar en cualquier momento.

Alfredo recuerda que su padre fue un peo'n acasillado en el Rancho San Jose',
una de las nueve fincas ma's grandes consolidadas hace siglos en la Ca~ada de
Ocosingo durante el tiempo de los dominicos. La sobreexplotacio'n en las
fincas y, posteriormente, una resolucio'n presidencial de 1972 que beneficio'
con 614 mil 321 hecta'reas de tierras a 66 familias caribes y desposeyo' a 4
mil familias tzeltales distribuidas en 44 comunidades en la selva
contribuyeron en la consolidacio'n del EZLN.

Los campesinos, cuenta La'zaro Herna'ndez, el hombre que a mediados de los 90
habri'a contactado al subcomandante Marcos con la primera comunidad indi'gena
en la selva -la San Francisco - durante el proceso de reclutamiento,
buscaban recuperar sus tierras y lograr una vida digna.

AYa basta!, fue el grito de la Primera Declaracio'n de la Selva Lacandona.
Nunca ma's un Me'xico sin nosotros, es la otra frase. El historiador Juan
Pedro Viqueira dice que al movimiento neozapatista hay que entenderlo desde
dos ejes: uno es la causa indi'gena y otro es el EZLN como estructura
poli'tico militar.

La cara ma's visible ahora es su otra forma de gobierno, su lucha por la vi'a
civil y la autonomi'a para construir desde abajo, con lo que tiene.  ?Y la
estructura poli'tico militar? Gerardo Gonza'lez, investigador del Colegio de
la Frontera Sur y personaje cercano al EZLN cuando la irrupcio'n armada, dice
que la estructura militar sigue consolidada. Nunca han dicho aqui' entregamos
las armas.

De hecho, cuenta que el Subcomandante que estari'a a cargo del movimiento,
ahora que el sub Marcos o el delegado Zero esta' en La Otra Campa~a, es
Josue', y la estructura civil del zapatismo -las Juntas de Buen Gobierno que
representan a ma's 30 Municipios Auto'nomo Rebeldes Zapatistas (MAREZ)-
estari'a influida por la militar.

Para Gustavo Castro, coordinador de los trabajos de Educacio'n para la Paz
(EDUPAZ) en San Cristo'bal de Las Casas, el proyecto zapatista esta' ya ma's
centrado en el plano de la autonomi'a que en el militar. De entrada, explica,
no significan lo mismo zapatismo y EZLN: el primero es "ideologi'a" y el
segundo es el proyecto militar que opero' en los primeros 12 di'as de 1994
pero ahora no se puede estar tan convencido de la fuerza de e'ste, aunque
ambos confluyen en el proyecto social de autonomi'a que si' es un hecho.

Hay que reconocer, plantea, que el proyecto zapatista se esta' realizando. En
el nivel local esta'n las acciones concretas reflejadas en el sistema de
gobierno auto'nomo opuesto al neoliberalismo y capitalismo global; en el
nivel nacional esta' La Otra Campa~a que busca cohesionar la otra izquierda,
como "una esperanza ante el inminente estallido social que se avecina en
Me'xico" (plantea Carlos Rojas), y en el plano internacional se pueden citar
los encuentros intergala'cticos. Pero el planteamiento que Gustavo hace del
zapatismo como ideologi'a se topa con el otro planteamiento: zapatismo como
otra forma de vida que se construye desde abajo.

Y es asi' como lo ve el indi'gena tzeltal Alfredo Lo'pez: el zapatismo como un
hecho, como una accio'n, como la liberacio'n de los oprimidos para que
construyan su propia forma de vida. Eso esta' impli'cito en la Primera
Declaracio'n de la Selva Lacandona que establece "La guerra como una medida
u'ltima pero justa". El EZLN se formo' y armo' para declarar la guerra no para
operar como una guerrilla, dice Gerardo Gonza'lez. Eso, continu'a, hay que
reconocerle al EZLN, que no opera como guerrilla ni como un grupo
terrorista.

-A nosotros nos dicen que la guerra no ha terminado -cuenta un joven
elemento del Eje'rcito Mexicano.

La entrevista con el militar se lleva a cabo un jueves por la noche en una
calle de Ocosingo, a casi 150 kilo'metros de la capital chiapaneca, seis o
siete horas despue's de la pla'tica con Alfredo Lo'pez. Tiene unos veinte a~os
y pertenece a una familia pobre econo'micamente pero enmudece cuando escucha
 ?que' pasari'a si algu'n di'a te topas con un zapatista armado y descubres que
es tu familiar? La respuesta llega muy despue's:

-Me han ense~ado que si yo no le disparo e'l me va a disparar.

Calla. Al rato, dice: no espero estar en esa situacio'n. Pertenece a la XXXIX
Zona Militar. Platica que el Eje'rcito monitorea cada movimiento que realizan
el EZLN o las comunidades zapatistas. Entre 40 a 70 kilo'metros de Ocosingo
esta'n dos de los cinco Caracoles zapatistas: el Caracol de Morelia y el de
La Garrucha.

-Son justas sus luchas.

Despue's de esto empieza a contar sobre la situacio'n en que viven familias
indi'genas asentadas en la selva, precisamente en la Ca~ada de Ocosingo. Lo
que e'l platica toma forma dos di'as despue's en la casita de una familia que
vive a orillas de La Garrucha: una pareja con cinco hijos sobrevive en una
chocita con techo de zacate. Es una casita de unos dos por tres metros. Al
interior hay un monto'n de mazorcas, dos o tres retazos de madera para
sentarse, alguna que otra ropa colgada en una cuerda y no se ve que tengan
cama.

 ?Y do'nde duermen?, le susurro a una ni~a. En la tierra, me responde. El piso
es disparejo y pedregoso. Se ve hu'medo. El hombre saca un banco de madera
para tomar el aire fresco afuera de la casita tambie'n de retazos de madera.
Quiero vender un gallo, dice. Vale 130 pesos. No tenemos dinero.  ?Y no has
pensado ir a trabajar a otro estado o pai's? Sacude la cabeza, y luego dice
estar contento porque ahora tiene un pedazo de tierra do'nde sembrar mai'z.
Cuenta que pertenece a la organizacio'n: es base de apoyo zapatista.

Son las siete de la tarde. Esta' cayendo la noche. Al interior de la choza se
escucha el rechinido del molino. La esposa del hombre esta' moliendo nixtamal
para la comida y la cena. Dos de sus hijas juguetean en el patio, cerca de
donde subidos a un entramado de palos descansan unos pollos y guajolotes que
servira'n para el consumo o sera'n mercados para adquirir otro tipo de
alimentos que au'n no producen las comunidades zapatistas. Eso es
autogestio'n, dice un estudioso. La otra alternativa se esta' construyendo con
lo que se tiene, comenta Jorge Santiago, coordinador de DESMI.

Las comunidades indi'genas zapatistas trabajan colectivos de crianza de
pollos y puercos. En esta tarde, tocada por el chirrido de las chicharras,
tres o cuatro marranitos buscan y buscan en el amplio patio frente a las
casas de las autoridades auto'nomas de La Garrucha. Son del pueblo, comenta
un joven. El hombre de la chocita cuenta que es difi'cil la situacio'n, pero
antes era peor. "Vamos a estar bien", dice optimista. El proyecto zapatista,
analiza Gustavo Castro, se esta' haciendo en un contexto estatal, nacional e
internacional marcado por una poli'tica neoliberal. El neoliberalismo es una
poli'tica que nada le trae al campesino, critica el acade'mico Arturo Lomeli'.

Hoy mismo, al mediodi'a, el indi'gena Marcos Pe'rez Lorenzo, presidente del
Comisariado Ejidal de Laguna del Carmen Patate' Nuevo, se lamentaba que ellos
habitan un territorio rico en petro'leo pero la comunidad no cuenta con
escuela ni casa de salud ni agua entubada. Dice que es mentira que los
indi'genas no zapatistas de aqui' viven mejor que los que son. Para subsistir,
ellos esta' vendiendo anualmente 2 mil metros cu'bicos de madera a una empresa
de Las Margaritas, y del dinero una parte la utilizan para comprar algo en
beneficio de la comunidad y otra la distribuyen entre todos los ejidatarios.

De hecho, cuenta que son los ejidatarios quienes han juntado dinero para la
apertura de una carretera a la comunidad. La charla se lleva a cabo en el
tramo Laguna del Carmen a Patate' Nuevo, unos 30 minutos de recorrido de
terraceri'a en carro, a 200 kilo'metros de la capital, en la ca~ada de
Ocosingo. Marcos y esposa han pedido un "avento'n" para llegar a su destino:
van a una reunio'n ejidal para abordar las necesidades del pueblo.

Hijo y nieto de hombres que trabajaron como peones acasillados en la Finca
Santa Rita, comenta que este a~o tienen pactado a 620 pesos el metro cu'bico
y para el pro'ximo la empresa les pagara' 50 pesos ma's. No pueden cortar ma's
de 2 mil metros cu'bicos. La madera es otra alternativa de subsistencia,
porque tras 10 a~os de trabajo de estudiosos en la zona para la extraccio'n
del petro'leo hasta el momento no se les ha dicho si se les va a reubicar o
se les comprara' tierras: viven pobres sobre el llamado oro negro.

Antes de llegar a Patate' Nuevo, en un desvi'o, entre el ruido del carro,
Marcos Lorenzo suplica: si van a la ciudad, di'ganle a los del gobierno que
aqui' queremos agua, escuela y salud. Confi'a que en los u'ltimos di'as han
pedido pipas de agua a Ocosingo. En eso, e'l y su esposa se bajan del carro y
toman la vi'a que los llevara' a su destino. Se pierden bajo el sol del
mediodi'a. La camioneta toma el camino a San Miguel y luego a La Garrucha, el
corredor del zapatismo en la selva, del proyecto de autonomi'a.

http://www.cuarto-poder.com.mx/cgi-bin/4p_secc.cgi?secb&dt/05/2007&sub&refb20-1

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