Daniel,

¿Qué mas se puede decir respecto a lo que escribes?

Pues mucho, muchísimo más de lo que se puede hacer en las bibliotecas, de
lo que son actualmente sus webs y de lo que deberían ser.

Daniel, ENHORABUENA por hablar tan claro y por dar algunas claves más que
interesantes.

Esto: http://www.imaginas.net/biblioteca20/

lo planteé hace 3 años.

Está desfasado y tiene que ser actualizado pero aun así tiene algunas
propuestas que todavía no he visto en muchas bibliotecas españolas, ni
públicas, ni universitarias.

Eric Schmidt define Google como un bibliotecario personal.

La tecnología es la tecnología y los productos tecnológicos que nos
ofrecen son los productos tecnológicos que nos ofrecen al igual que los
presupuestos.

No somos Google, no tenemos sus recursos, ni sus tecnologías, ni la tienen
nuestros proveedores.

Pero aun con todo ello sí podemos hacer muchas otras cosas con los
recursos de los que normalmente disponemos y con los servicios de la Web
2.0.

O las bibliotecas cambian, evolucionan y comienzan a coger el tren de las
nuevas tecnologías y a dedicar sus espacios físicos a otras actividades
culturales o ya veremos que pasa con la apisonadora de los libros
digitales.

La gente ya se está descargando la música por Internet o está pagando una
suscripción mensual por ella a alguno de los grandes. La gente ya se está
descargando millones de libros piratas de la Red o está pagando por ellos
en alguna tienda electrónica. La gente ya está viendo la tele y miles de
millones de vídeos en Internet, la gente ya está viendo millones de fotos
en la Web, la gente ya está aumentando la realidad con sus teléfonos
móviles.

¿Y donde están las bibliotecas públicas y las Administraciones Públicas en
todo este panorama?

¿Cual es la alternativa pública gratuita a estos servicios?

¿Existe?

¿La dejarán que exista?

¿Cuando vamos a comenzar a diseñar sitios webs de bibliotecas centrados en
los usuarios y no en los bibliotecarios, ni en las normas de catalogación,
ni...  ?

...webs de bibliotecas centrados en los usuarios, lectores,
investigadores, papás, mamás, alumnos, adolescentes, mayores...

Webs de bibliotecas para HUMANOS.

¿Para cuando vamos a comenzar a invertir dinero en ello? ¿Cuando vamos a
comenzar a transformar los espacios de las bibliotecas y a transformalos
en auténticas mediatecas ACCESIBLE y espacios multifuncionales,
culturales, archivos digitales y centros de documentación?

¿Hasta cuando tendremos que esperar?

Quizá dentro de otros 3 años se escriba otro mensaje como éste en la
lista. Será interesante ver cómo ha cambiado el panorama de aquí a
entonces.

Como dice Isidro, vuestro turno ¿qué opináis de todo ello?

Enhorabuena por el mensaje Daniel.


Saludos

Francisco





> Apreciados compañeros:
> Últimamente estoy accediendo a los servicios web de las bibliotecas
> públicas, por diversos motivos. Uno de ellos es la de varias personas que
> se han referido a los catálogos de las bibliotecas como sitios donde no
> encuentran las cosas.
>
> En esta nota voy a referirme al diseño de webs, y a los servicios de
> búsqueda en los catálogos.
>
> Diseño de webs:
> -Revisando webs de bibliotecas, me encuentro con una verdad
> incuestionable: lo que necesite, piense o quiera el usuario, sólo él lo
> sabe, y a mí no me importa saberlo.
> Para paliar esta ignorancia absoluta e incapacidad de empatía, lo que voy
> a hacer es dárselo todo, y que él deseche o decida lo que quiera.
>
> •   ¿Qué es lo que el usuario busca cuando va a una biblioteca?:
> encontrar un libro, un cd o una película.
> •   ¿Qué le puede hacer falta al usuario para poder llegar hasta él?:
> la localización.
> •   ¿Cómo puede hacer uso de él?: el carnet de préstamo, la reserva.
> •   ¿Podrían interesarle más cosas?: Novedades bibliográficas.
> Actividades especiales. El horario de la biblioteca.
>
> ¿Qué más nunca se nos ha ocurrido y que se le puede ofrecer?:
> Pongamos un ejemplo: ha salido un libro de Pérez-Reverte.
> ¿Qué me interesa saber?: pues dónde lo puedo comprar (esto es obvio:
> Casa del Libro, FNAC, El Corte Inglés…).
> ¿Qué más? El precio, por supuesto.
> ¿Qué más?: qué se opina sobre él: crítica de medios, opiniones de
> otros usuarios.
> Valor añadido: qué otros libros están relacionados con él (que han
> comprado otros usuarios a la par, u otros criterios).
>
> ¿Qué nos ofrece ahora mismo un web de bibliotecas?:
> -Quiénes somos.
> -Guía de bibliotecas.
> -Agenda.
> -El servicio.
> -El carnet.
> -El catálogo de adultos.
> -El web de niños.
> -Datos estadísticos de la red.
> -Estudio de usuarios.
> -Noticias.
> -Exposiciones.
> -Campañas.
> -Acceso al catálogo de autoridades.
> -Biblioteca digital.
> -Ah, sí: el catálogo (casi se me olvida). O, más bien, un acceso al
> mismo, es decir: otro click.
> -Clubes de lectura.
> -Memoria de la biblioteca.
> -La biblioteca en Facebook.
> -La biblioteca en Twitter.
> -La biblioteca en Youtube.
> -Normativa.
> -…
>
> ¿Vemos alguna diferencia o similitud entre lo que un usuario va a buscar
> al FNAC y lo que va a buscar a la biblioteca?
>
> Sé que a algunas personas del colectivo, hablar de Google o de la Casa
> del Libro, les sienta tan mal como a un purista del circo hablar del
> Cirque du Soleil, pero voy a hacerlo:
>
> ¿Por qué cuando quiero saber de qué va y qué opinan la crítica y la
> gente sobre él, me tengo que ir a un sitio que no sea la biblioteca?
>
> ¿Por qué la biblioteca no se centra en lo que quiere el usuario, y me
> atabala con páginas llenas de cosas por todas partes, que si necesito ya
> buscaré, pero que no son mi prioridad? (¿A qué usuario le interesan las
> estadísticas de la biblioteca, o su memoria?)
>
> ¿Por qué me ponen en primer término si se esa mañana los alumnos de la
> escuela del pueblo han visitado la biblioteca?
>
> ¿Por qué la biblioteca no me pone al tanto de las novedades que salen al
> mercado?
>
> Web de Casa del libro:
> •   banner: ocupa 2 centímetros en mi pantalla. Ya sé que es la casa del
> libro, no me hace falta que me aparezca ocupando 15 centímetros, dejando
> sin espacio para lo importante.
> •   Menú: Inicio. Recomendados Destacados. Novedades.  Más vendidos.
> Bolsillo.  Ofertas.  Preventa.   Fijáos qué menú más interesante:
> sólo se habla de libros. Ni un solo apartado sobre La Casa del Libro.
> ¿Realmente necesito saber quiénes son, su política de responsabilidad
> corporativa, la memoria económica…? Bueno: si quiero saberlo, está al
> final de la página. Y si quiero saber el horario de la tienda, después
> de ver un libro que me interese, también sabré encontrarlo.
> •   Búsqueda: simple, avanzada. (Después hablo un poco de ella)
> •   Esta semana te recomendamos. Un poco grande para mi gusto, pero bueno.
> •   Novedades destacadas.
> •   Sugerencias de nuestros lectores.
> •   Otras cosas.
>
> Búsqueda: los resultados que me da son:
> •   Datos del libro, con portada, incluido el precio.
> •   Otros libros relacionados.
> •   Resumen del libro.
> •   Opiniones.
>
> Casa del libro no tiene Facebook, ni Twitter, ni Youtube. ¿Nos
> preguntamos por qué?
>
> Ahora abundo un poco más en la cuestión de las búsquedas. Varios
> conocidos míos me han dicho que es muy complicado y nada práctico buscar
> en las bibliotecas.
> ¡No puede ser! ¡Si las bibliotecas tienen los libros perfectamente
> catalogados, con listas de autoridades, con normativas férreas, con miles
> de años de experiencia!
>
> Un ejemplo:
> Búsqueda de Clarín, como autor.
> •   Catálogo colectivo universidades de Catalunya: 5 resultados: Clarín
> Agencia de publicidad, Clarina (Dana), Claringbull, Clarins (Dana),
> Clarinval. 0 resultados válidos.
> •   Bibliotecas Diputación de Barcelona: Clarín: ver Alas, Leopoldo.
> ¡Correcto! Pero cuando clico allí, me da dos resultados: “Alas,
> Leopoldo,”: 7 resultados y “Alas, Leopoldo” 118 resultados. En
> total, 3 clicks.
> •   FNAC: 40 resultados.
> •   Casa del libro: 91 resultados.
> •   Google: 3.975 resultados.
>
> Pues casi que van a tener razón mis amigos. Es cierto que se le podría
> informar a las librerías que tuviesen más en cuenta las listas de
> autoridades.
> Pero en cuanto a calidad y claridad de los buscadores, creo que nos ganan
> por goleada (incluso con los nuevos programas que hemos instalado para
> paliar las deficiencias de los anteriores).
>
> Quizás es que a las entidades privadas les va el comer cada día en ello,
> y por tanto se han de estar devanando los sesos constantemente para atraer
> al usuario, mimarlo, adaptarse a él, crearle nuevas necesidades, etc.
> Quizás es que a nosotros también, pero a lo mejor no tanto.
>
> Dejemos de agobiar al cliente con nuestras herramientas internas: la
> memoria y el quiénes somos, no son lo que busca el usuario:
> El usuario quiere buscar un libro.
> Pues en medio y en grande, un buscador. Y que este buscador sea adecuado,
> y adaptado a los tiempos. No puede ser que encuentre en Google en 0,014
> segundos más resultados y mejores que en nuestros catálogos.
>
> Que los títulos sean mensajes directos: basta ya de: estudio sobre los
> usuarios. ¿Qué usuario se va a leer eso? Aprovechemos esos datos para lo
> que importa, y ofrezcamos:
> •   Qué leen tus hijos.
> •   Busca tu película (acceso directo a buscar películas, si nos
> interesa en algún momento destacar esta parte del fondo, o ayudar a que
> se pueda filtrar la búsqueda por ahí).
> •   Recursos para maestros.
> •   Mapa de tu ciudad (si nos interesa promocionar la biblioteca como
> punto de información local).
>
> Pero siempre sin cargar la página: en la principal, accesos directos a
> poblemas directos del usuario.
> Si el usuario está interesado en un documento, ya encontrará el apartado
> en el menú superior que le lleve a la información de la biblioteca:
> dirección, horario, servicio de préstamo.
> Si algún bibliotecario quiere las estadísticas de usuarios y las
> memorias, ya navegará (de forma clara e intuitiva) hasta el sitio
> adecuado para encontrarlas.
> Las noticias, excepto las literarias, no tienen sentido: al usuario no le
> interesa saber que se ha inaugurado una biblioteca a 500 km de su pueblo.
> Y la agenda, muy bien, pero en un rincón, de buena visibilidad, pero no
> en medio de la pantalla.
> Las iniciativas y actividades, se han de poner destacadas una a una en la
> pantalla de inicio, y después quitarlas y ponerlas en una subpágina
> correspondiente, pero que sea muy fácil llegar a ellas. Llenar la página
> inicial de títulos de actividades y de clubes de lectura, indigesta. Es
> excesivo.
> En los sitios de gran inmigración, poner un vínculo en la lengua y
> caracteres de cada grupo, enviando a una subpágina donde se explique de
> forma somera lo esencial para usar la biblioteca, sin excesiva
> información, pero clara y directa. No hace falta traducir todo el web,
> pero sí enseñar unos mínimos de utilización.
>
> Existen miles de estudios y de informes sobre márketing, y  sobre diseño
> de webs y de arquitectura de información en los mismos: hay que centrarse
> en el usuario, y no en lo que nosotros creemos que quiere, sino en lo que
> quiere realmente.
> No ha de estar todo en la primera página, sino que esta debe ser el
> escaparate de lo más llamativo, para después entrar en la tienda, y
> acceder a todo lo demás.
>
> Aprendamos los unos de los otros. Casa del libro y FNAC tienen mucho que
> aprender de la experiencia milenaria de las bibliotecas. Y las bibliotecas
> tienen mucho que aprender del empuje que las casas comerciales están
> teniendo para adaptarse a las exigencias cada vez más perentorias de los
> clientes.
>
> Daniel Becerra
>
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Francisco Tosete Herranz

Blog: http://www.tentandote.com
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