...de hecho y siguiendo con la reflexión anterior, estamos asistiendo a un
momento especialmente interesante del mundo del libro, del sector
editorial y lo que es más importante, del modelo de cultura, del acceso
social al conocimiento y del progreso humano.

Algo nuevo.

Y me explico:

En algún momento dado, a alguna mente brillante de algún alto directivo de
alguna editorial se le podrá ocurrir que ofrecer directamente en abierto y
en digital todo su catálogo editorial puede ser infinitamente más rentable
que tener un almacén lleno de libros físicos de papel que esperan
pacientemente a ser vendidos alguna vez (o no) cuyos costes de producción
habrán sido espectacularmente altos y cuyos márgenes de beneficio serán
irrisoriamente ínfimos frente a los beneficios que pueden reportar su
soporte en digital, su comercialización o explotación en un medio y canal
como la World Wide Web y su indexación por los motores de búsqueda y libre
acceso gratuito a todo el Mundo si otro que no sea el usuario o
destinatario final paga los costes asociados de su producción (por
ejemplo, mediante publicidad aunque asimismo, aquí, hay otros modelos de
negocio viables, también podrían pagar determinadas cuotas las
administraciones públicas para determinados tipos de documentos o las
empresas para determinados tipos de información profesional).

Se pueden desarrollar plataformas tecnológicas para ofrecer estos servicios.

¿Una utopía? ¿Una locura?

A Google no se lo parece ¿Qué es Google Books si no?

Los editores de periódicos están con las espadas en alto reclamando su
parte de la tarta de beneficios que les debería dar la producción de sus
contenidos:

http://tentandole.blogsome.com/2009/07/08/thinkepi-periodicos-google-y-su-filantropia-por-la-red/


Lo curioso que se plantea ahora, es justo la circunstancia contrario en
cuanto a la editoriales se refiere. Podría ser como digo, que los editores
decidieran abrir en algún momento sus catálogos en digital. ¿Reclamarían
asimismo entonces un canon a Google por explotar sus beneficios? En tal
caso ¿debería el buscador compensarles por ello?

Y siguen surgiendo ideas interesantes:

Si los editores creasen sus propios portales para dar acceso gratuito,
libre e ilimitado a sus catálogos editoriales, la idea, el modelo de
negocio que subyace detrás de todo ello, es que dichos portales generarían
importantes beneficios por ser generadores de comunidades sociales y
atractores de atención. Dos características ciertamente particulares.

Y si ello sucediera, ¿en qué se diferenciarían estos portales en su
esencia respecto al portal de una biblioteca pública digital?

¿?

Y en esta direción: ¿qué sentido tendría entonces que se les impusiera o
reclamarles un canon ilegítimo, injusto, obsoleto, que significa pagar por
partida doble por un mismo "producto" - bien social, y lo más gracioso de
todo, desde una perspectiva puramente economicista, que es la que más
parece preocuparles parece a determinadas mentes de la Comisión Europea,
por hacer publicidad de determinados contenidos y generar beneficios
directos a los editores ¿y sería posiblemente que directamente también a
los autores?

¿Habría que reclamarle ese canón quizá, entonces, a los motores de
búsqueda? ¿si? ¿no?  ¿por qué?

¿En que se diferenciaría el día de mañana un periódico digital, de un
portal de un editor de una biblioteca digital?

Y por último, y lo más interesante:

Desde un punto de vista social y humano:

¿Qué supone todo esto y qué conlleva la irrupción de las nuevas
tecnologías y el paso del papel a lo digital en última instancia para el
desarrollo social e intelectual del hombre?

Una filantropía interesada por la Red...  o algo nuevo. Un nuevo, curioso
e inexplorado modelo informativo - humano, político, económico, social...
y medioambiental. Del cual habrá que comenzar a hablar también en su
momento.

Saludos

Francisco


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