www.lobbyperlaindependencia.org

L'editorial d'avui de The New York Times és per guardar i emmarcar. El més 
irritant però, és la claudicació i la davallada de calçons dels botiflers 
traïdors de CiU que han fet figa en un moment crucial i s'han venut per un 
plat de llenties: poc i rosegat de rata!

Reproduït de www.cadenaser.com



EDITORIAL DE 'THE NEW YORK TIMES' Trogloditas del Ejército en España 
24-01-2006 CADENASER.COMEl diario norteamericano publica hoy un editorial en 
el que se refiere a la situación creada por las últimas manifestaciones de 
militares españoles, cuya traducción les ofrecemos a continuación.  LA 
FRASEEl Partido Popular, el principal grupo de la oposición parece más 
interesado en fabricar excusas para esos oficiales que en defender el orden 
democrático en el cual tiene un papel vital.Un principio básico de la 
democracia es que el ejército no reta públicamente la legitimidad del 
gobierno electo ni habla de que sus tropas marchen a la capital para dar la 
vuelta a las decisiones del Parlamento. Pero eso es lo que ha ocurrido dos 
veces este mes en España, cuya historia del siglo XX nos obliga a tomar esas 
amenazas en serio, incluso aunque las posibilidades de que las palabras de 
los insubordinados lleven a acciones de insubordinación parecen poco 
probables.


La respuesta del gobierno de centro-izquierda del Presidente, José Luis 
Rodríguez Zapatero, ha sido adecuadamente firme, incluyendo el cese y el 
arresto de uno de los que ha perpetrado esas acciones, un veterano general 
del ejército. Lamentablemente, el partido de centro-derecha, el Partido 
Popular, el principal grupo de la oposición parece más interesado en 
fabricar excusas para esos oficiales que en defender el orden democrático en 
el cual tiene un papel vital.


El rápido y suave cambio hacia la democracia moderna tras la muerte de 
Francisco Franco en 1975 hace fácil olvidar los horrores de la guerra civil 
y la brutal dictadura que las precedieron. Esas pesadillas comenzaron cuando 
los oficiales del ala derecha del ejército se rebelaron contra un gobierno 
de izquierdas al que consideraban ilegítimo y demasiado considerado hacia 
las regiones separatistas.


La sociedad española, los políticos españoles y –en su mayor parte— los 
militares españoles han recorrido un largo camino desde aquella era, 
moderando sus puntos de vista y profundizando su compromiso con el toma y 
daca de la democracia. Pero el Partido Popular está teniendo difícil superar 
su derrota electoral hace dos años, días después de los atentados 
terroristas de los trenes de Madrid. Nunca ha aceptado realmente la 
legitimidad democrática de aquella votacióin. Ha llegado el momento de que 
el Partido Popular se mire hacia adelante. La democracia española realmente 
necesita y merece un vigoroso apoyo bipartidista.


Versión inglesa


Army Troglodytes in Spain


It is a basic principle of democracy that army officers do not publicly 
challenge the legitimacy of elected governments or talk about marching their 
troops into the capital to overturn decisions of Parliament. Yet that is 
just what has happened twice this month in Spain, a country whose 
20th-century history compels it to take such threats seriously, even when 
the chances of insubordinate words' leading to insubordinate actions seems 
quite unlikely.


The response of the center-left government of Prime Minister José Luis 
Rodríguez Zapatero has been appropriately firm, including the dismissal and 
arrest of one of the culprits, a senior army general. Regrettably, the 
center-right Popular Party, the main opposition group, seems more interested 
in making excuses for the officers than in defending the democratic order in 
which it has a vital stake.


Spain's swift and smooth passage to modern democracy after the death of 
Francisco Franco in 1975 makes it easy to forget the horrors of the civil 
war and the brutal dictatorship that preceded it. Those nightmares began 
when right-wing army officers rebelled against an elected left-wing 
government they considered to be illegitimate and too deferential to 
regional separatists.


Spanish society, Spanish politicians and, for the most part, Spanish 
military officers have come a long way from that era, moderating their views 
and deepening their commitment to democratic give-and-take. But the Popular 
Party has had a hard time getting over its electoral defeat nearly two years 
ago, days after the terrorist bombings of commuter trains in Madrid. It has 
never really accepted the democratic legitimacy of that vote. It is time for 
the Popular Party to move ahead. Spanish democracy needs and deserves 
vigorous bipartisan support.



http://www.araisempre.org
http://araisempre.org/mailman/listinfo/ais_araisempre.org

Responder a