Señor Guillermo:

Leo con sorpresa su artículo sobre el Coloquio que organizó la revista Errata. 
Porque por lo que usted escribe se infiere que no asistió al Coloquio para 
sacar tantas apreciaciones desatinadas.

Primero. Disiento de la idea de que la revista que edita la Fundación tenga que 
referirse a la insititución misma, para ello pueden buscarse otros mecanismos 
para que la Fundación haga una revisión crítica de su funcionamiento y de las 
decisiones que toma a nivel Distrital, cosa que como usted, considero que es 
necesario. Sin embargo, no puede ser una revista de Artes Visuales el espacio 
para ello, creo que hay otros espacios como este mismo, si se quiere. Pero 
estoy segura que si la revista se prestara para hacer referencia a la Fundación 
todos saldrían a criticar por qué se usa un espacio de divulgación disciplinar 
para justificar sus acciones políticas como institución Distrital.

Segundo. Creo que usted está entrando en una confusión con la temática de la 
revista. Una cosa es tratar de establecer las relaciones entre el arte y la 
política y las acciones políticas que se puedan derivar de las prácticas 
artísticas, y otra muy distinta es una reflexión, necesaria reflexión, sobre 
las políticas públicas en el sector del arte. Cosa esta última que creo que es 
lo que en últimas usted propone. Pero no veo porque tiene que revolverse esto 
en la manera en que se desarrolla el tema en la revista.

Tercero. Estoy deacuerdo con usted en que la revista tiene un evidente desnivel 
entre los artículos nacionales y los internacionales. El asunto aquí es que 
deberíamos reflexionar por qué los colombianos tenemos esa manía de escribir 
citando textualmente los autores que nisiquiera comprendemos (De hecho usted 
abre su texto con una cita). Ahora, lo que es interesante es que esos autores 
son de las principales universidades (Nacional y Andes) de la ciudad. El asunto 
es que esta práctica de armar colchas de retazos de citas, usted como psicólogo 
sabrá, no es exclusiva de las artes sino en todas las disciplinas, basta con 
que revise en serio las bases de datos en las que brillan por su ausencia las 
publicaciones de arte. En serio creo que es importante que los estudiantes 
reflexionemos sobre nuestra formación como artistas en la escritura y además 
revisemos cuidadosamente la escritura (que muy pocos la practican por lo visto) 
seria y responsable de nuestros profesores.

Cuarto. Es evidente que el Coloquio no es la revista, ni mucho menos, y no creo 
que el público esperara eso del evento. Como usted lo dice es necesario un 
mecanismo para que la gente pueda acceder libre y gratuitamente a los 
contenidos, pero trata de hacer que los contenidos sean puestos en circulación 
en el coloquio es un absurdo. Para eso está la red, el coloquio, creo, o al 
menos con esa impresión me quedé, ofrecía otros puntos de vista a los que se 
presentan en los artículos. Basta con leer el artículo de Ana y haber 
presenciado su ponencia, a la que por lo visto usted no asistió, pues ni por 
las curvas se repite aquello de lo que ella habla, ni justifica o (en palabras 
suyas) defiende el contenido de su artículo. Por demás Ana Longoni no es 
socióloga.

Quinto. Me sorprende que lo único que usted destaca del coloquio sea justamente 
lo peor que tuvo. Me pareció totalmente irresponsable por parte de los 
"investigadores" María Sol Barón y Camilo Ordoñez leer ( lo que hizo más 
aburrida su presentación) un texto plagado de anécdotas que no evidencian 
ningún rigor investigativo. Si bien, creo que podemos estar deacuerdo que la 
profundidad no son citas, en este caso reproducir las grabaciones que los 
investigadores hicieron de los artistas de Taller 4 Rojo (que podría ser otra 
manera de cita) no demuestra ninguna profundidad. Basta con que hubiera hablado 
con algunos de los que sí asistimos al coloquio para que se diera cuenta que la 
peor ponencia fue esa, sobre todo si se compara con las otras ponencias de esa 
misma mesa que al menos lanzaron algunas propuesta de crítica y de nuevas 
lecturas.

Para terminar, creo que es un despropósito renegar de un espacio de discusión 
que apenas se abre. Mal si no está, pero mal si se abre.

Por eso quisiera presentar algunas críticas constructivas al Coloquio.

A los organizadores les diría que traten de ser más estrictos con el tiempo 
pues en realidad hizo mucha falta la participación por parte del público y la 
interacción entre los diferentes ponentes. Ese espacio es indispensable para, 
como lo promete la revista, crear un pensamiento crítico.

Diría que deberían incentivar aún más la participación de los artistas 
(expertos, profesionales y no profesionales, etc.) dentro de las mesas, en 
especial porque el espacio de tiempo que se le dio a los integrantes de Taller 
4 Rojo fue muy poco y los que fuimos a verlos nos fuimos iniciados. No 
desaprovechen las cosas que se pueden lograr reuniendo (lo que nadie había 
hecho antes) a estas polémicas personalidades. Por otro lado, aunque las 
participaciones de algunos ponente no fueron las más afortundas como el 
colectivo HOgar que en algunos casos se contradecía en su propio discurso o 
perdían el hilo de la argumentación, celebro que se les abran las puertas y los 
microfonos a este tipo de iniciativas.

Espero, como muchos otros, que no solo publiquen los contenidos de la revista 
en la red (aunque yo todavía soy de las que el papel no lo cambio por nada y 
las publicaciones de arte sí que no son lo mismo en la red); sino que suban 
también el archivo del coloquio y abran los espacios de discusión que por 
razones de tiempo no se pudieron dar en el evento.

Agradezco se publique este mensaje, pues considero que acata plenamente la nota 
que dice: "aquellas participaciones que consignen insultos, amenazas o 
acusaciones sin pruebas o fundamentos serán borradas de la plataforma". Aunque 
los que escriben en este blog no den muy buen ejemplo de ello.

participación relacionada >

Muchas revistas (1)
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