Por supuesto que la cubierta no tiene por qué desaparecer con el e-book, ni la contracubierta, ni las solapas, si la editorial en cuestión se empeña en reproducir literalmente el efecto de un libro en papel (lo que resulta un poco absurdo: está bien como curiosidad, pero creo que cada formato de comunicación debe encontrar su propia identidad, como lo han hecho la tele, la radio, el cine o internet). Incluso las dedicatorias (como apuntaba otra persona) y los ex-libris pueden tener cabida, puesto que los e-books permiten escribir e incluir archivos en ellos.
Mucho más difíciles de incluir (aunque todo llegará, seguro) serían las texturas y, sobre todo, el olor, que tantísima importancia tiene a la hora de evocar sensaciones y, a la postre, establecer una relación con un documento (Proust dixit). Romanticismos aparte, estoy bastante segura de que ambos formatos convivirán mucho tiempo simplemente por la cantidad de gente que sigue apreciando las particularidades del papel, y me remito de nuevo al ejemplo del vinilo (la cassette, por ejemplo, sí ha desaparecido y es más moderna). Pero lo que quería reflejar en mi anterior mensaje era la preocupación por la suerte que correrá la industria del diseño, pues por mucho que algunas editoriales con más "inquietudes" decidan incluir portadas artísticas en sus e-books, me imagino que serán mayoría las que ofrecerán sus textos en bruto. Pero en fin, es el progreso: también el gremio de los iluminadores tuvo que irse al garete cuando apareció la imprenta, y desde luego no es un invento del que tenga la menor queja. Saludos, m. ------------------------------------------------ Micol Lagarde Rodríguez Ayudante de Biblioteca Biblioteca Pública de Salamanca "Manuel Alvar" C/ Azcona, 42 28028 Madrid Tlf. 91 726 3701 micol.laga...@madrid.org<mailto:micol.laga...@madrid.org> ________________________________ De: Foro para profesionales de bibliotecas y documentación. [iwe...@listserv.rediris.es] En nombre de Jorge Candás Romero [jorgecan...@gmail.com] Enviado el: miércoles, 16 de junio de 2010 8:47 Para: IWETEL@LISTSERV.REDIRIS.ES Asunto: Re: [IWETEL] Menos portadas para juzgar. Al popularizarse los e-books, disminuyen las portadas que juzgar Buenos días, En primer lugar, quiero pedir disculpas por reabrir tardíamente en este tema. El fetichismo que supone la lectura en papel y el libro como objeto, es algo que muchos lectores echarán en falta a medida que el libro electrónico vaya ganando presencia. Si bien la imagen de cubierta seguirá presente, pues la mayor parte de los formatos de libro electrónico permiten su inclusión y los gestores de bibliotecas de libros electrónicos permitirán navegar por este elemento [http://tinyurl.com/yegfmql], pero ese no es mi punto. Sí es cierto que muchas veces la cubierta del libro que lee alguien a tu lado te puede animar a acercarte a dicho libro, y también para que el lector "presuma" como se indicaba en el artículo mencionado por Raúl González. Pero no hay que olvidar el derecho a la intimidad a la hora de leer un libro, derecho que muchos protegen forrando sus libros con papel de periódico. Otro ejemplo es el de la saga Harry Potter, cuya editorial inglesa, previendo que potenciales lectores adultos se pudiesen sentir "avergonzados" de llevar un libro infantil entre las manos, decidió editar versiones con cubiertas de adultos [http://tinyurl.com/39t5qxc] [http://tinyurl.com/3acrk93]. A nadie le interesa saber que voy leyendo "Crimen y castigo", "Crepúsculo", "The New York Times" o "Cuore". Como bibliófilos podemos estar tristes por que el libro como objeto pueda ir perdiendo presencia; pero como bibliotecarios, podemos estar contentos de ver que el derecho a la intimidad de nuestros usuarios ha ganado un gran aliado. Un saludo, 2010/5/21 LAGARDE RODRIGUEZ, MICOL <micol.laga...@madrid.org<mailto:micol.laga...@madrid.org>> Sí que es una lástima. No sólo en lo que atañe a l...@s lec...@s (en cuanto a la posibilidad de descubrir nuevos títulos susceptibles de adaptarse a sus preferencias, o de empatizar rápidamente con otras personas) sino a la propia industria bibliográfica, pues supongo que la ausencia de cubiertas (mejor que "tapas") perjudicará al gremio de la ilustración y el grafismo editorial. El diseño de una cubierta es todo un arte; recordemos, sin ir más lejos, las maravillosas composiciones de Daniel Gil para "El Libro de Bolsillo", que tanto se añoran ahora que Alianza echa mano de fragmentos de cuadros como otras mil editoriales más. Y además, dice mucho no sólo del contenido del libro, sino de la idiosincrasia de la propia editorial: los recursos materiales y humanos que está dispuesta a dedicar al elemento externo, sus inclinaciones estéticas, la información que le interesa aportar (incluyendo, como bien dicen en este artículo, la autopropaganda)... Y no olvidemos que la cubierta viene acompañada de una contracubierta, un lomo, e incluso solapas y una camisa entera si se desea. En fin, todo un campo que abonar y que, desde luego, no tiene por qué no verse reflejado en un e-book. De hecho, algunos lo hacen...pero claro, la "falsa cubierta" desaparece de la vista en cuanto pasas la página y su presencia es casi anecdótica. Lo dicho: un motivo más (y no de los menores) para seguir apegad@ al libro impreso. Algo así como al vinilo... Saludos, m. ----------------------------------------------------------------------------------------- Micol Lagarde Rodríguez Ayudante de Biblioteca Biblioteca Pública de Salamanca "Manuel Alvar" micol.laga...@madrid.org<mailto:micol.laga...@madrid.org> Antes de imprimir este mensaje piensa si es necesario hacerlo. Una tonelada de papel implica la tala de 15 árboles. Cuida el medio ambiente. ________________________________ De: Foro para profesionales de bibliotecas y documentación. en nombre de raul gonzalez Enviado el: vie 21/05/2010 10:39 Para: IWETEL@LISTSERV.REDIRIS.ES<mailto:IWETEL@LISTSERV.REDIRIS.ES> Asunto: [IWETEL] Menos portadas para juzgar. Al popularizarse los e-books, disminuyen las portadas que juzgar Menos portadas para juzgar Al popularizarse los "e-books", disminuyen las portadas que juzgar Por MOTOKO RICH Bindu Wiles estaba en el metro en Brooklyn en marzo cuando vio a una mujer que leía un libro cuya portada tenía una llamativa silueta negra de la cabeza de una chica sobre un fondo naranja brillante. Wiles se dio cuenta de que la mujer tenía aproximadamente su edad, 45 años, y llevaba una estera para hacer yoga, así que concluyó que tenían una mentalidad similar y se inclinó a leer el título: Abejita, una novela de Chris Cleave. Wiles, una estudiante de posgrado en escritura de no ficción en el Sarah Lawrence College, en el cercano Bronxvile, escribió una nota en su iPhone y esa misma semana se compró el libro. Los encuentros como éste se están haciendo cada vez más difíciles. Con un número creciente de gente que recurre al Kindle y otros dispositivos de lectura electrónica, y con el iPad de Appel recién llegado, no siempre es posible ver lo que otros están leyendo o proyectar nuestros propios gustos literarios. No puedes juzgar un libro por su portada si no la tiene. "Hay algo en el hecho de tener un libro precioso que parece intelectualmente denso y sabroso", explica Wiles, que recordó que, cuando estaba releyendo Anna Karenina hace poco, le gustaba que la gente pudiera ver la portada en el metro. "Te sientes como orgullosa de estar leyéndolo". Con un Kindle o un Nook, remacha, "la gente nunca lo sabría". Entre otros cambios traídos por la era del e-book, las ediciones digitales están expulsando a las portadas de los libros del metro, de la mesa de la cafetería y de la playa. Esto supone una pérdida para las editoriales y los escritores, que disfrutan de algo de publicidad gratuita para sus libros en formato impreso: si te fijas en la tapa de los libros que la gente lee en el avión o en el parque, puede que también decidas echarle un vistazo a Los hombres que no amaban a las mujeres. "A menudo cuando piensas en un libro, recuerdas su tapa", explica Jeffrey C. Alexander, profesor de sociología cultural de la Universidad de Yale. "Es una manera de atraer a la gente a la lectura a través de lo visual". En la librería, donde aún se siguen produciendo la mayoría de las ventas, las tapas desempeñan un papel crucial. "Si ya has pasado el obstáculo de lograr que el cliente se sienta atraído por la cubierta y luego coja el libro", explica Patricia Bostelman, vicepresidenta de Barnes & Noble, "se ha ganado una batalla enorme". Pero es una victoria que será difícil de conseguir si nadie puede saber si estás leyendo Guerra y paz o Diamonds and Desire. Quizá ningún elemento del proceso de fabricar un libro reciba tanta atención de tanta gente diferente como las tapas. Primero, a un director creativo se le ocurre una idea. (¿Qué os parece la imagen de una manzana?). Luego, el editor, el autor y el agente le echan un vistazo. (¿Podemos agrandar el tamaño de la letra del nombre del autor? ¿Y no se usó una manzana para ese libro sobre vampiros? Este libro no es sobre vampiros). El editor del grabado toma parte. (Los vampiros venden. Me gusta la manzana). El equipo de ventas hace comentarios. (¿No hay un ángulo económico? ¿Qué os parece una manzana con una naranja dentro? Ha funcionado antes). Hasta los vendedores de libros tienen su opinión. (Lo que de verdad gusta en una cubierta es un par de zapatos de tacón). Lógicamente, es poco probable que una buena tapa salve a un mal libro. Pero en un mercado abarrotado, una cubierta que llame la atención es una ventaja que todos los autores y editores quieren. Para que nos hagamos una idea de las posibilidades, en un análisis al azar de 1.000 libros sobre negocios publicados el año pasado, Codex Group, una empresa asesora de publicaciones, descubrió que sólo de 62 de ellos se vendieron más de 5.000 ejemplares. Mientras los editores siguen explorando los anuncios dirigidos en Google y otros motores de búsqueda o redes sociales, llegan a la conclusión de que una cubierta sigue siendo la mejor manera de representar un libro. Algunos lectores esperan que los fabricantes de aparatos electrónicos añadan funciones que permitan a los usuarios transmitir lo que están leyendo. "A la gente le gusta presumir de lo que hace y de lo que le gusta", explica Maud Newton, un popular bloguero de libros. "Por eso, antes o después, la gente tendrá una manera de hacer eso con los dispositivos de lectura". Por ahora, muchos editores confían en el efecto Facebook: "Antes puede que vieras a tres personas leyendo Comer, rezar, amar en el metro", explica Clare Ferraro, presidenta de Viking and Plume, grabadores de Penguin Group USA. "Ahora te metes en Facebook y ves que tres de tus amigos están leyendo Comer, rezar, amar". Algunas editoriales digitales sospechan que uno de los motivos por los que las publicaciones de novelas románticas y eróticas son tan populares en sus ediciones electrónicas es porque los lectores electrónicos son discretos. Pero las tapas siguen siendo importantes. Holly Schmidt, presidenta de Ravenous Romance, una editorial de libros electrónicos románticos y eróticos, explica que en un caso la editorial ofrecía una antología de historias sobre mujeres mayores y hombres jóvenes. La primera versión venía con una cubierta digital con la imagen de una mujer atractiva. Casi no se vendieron copias. La editorial puso una nueva cubierta en Internet (en esta ocasión, con los torsos desnudos y musculados de tres hombres jóvenes), y las ventas despegaron. La nueva cubierta "cogió un libro que era prácticamente un fracaso", asegura Schmidt, "y lo convirtió en un éxito de ventas bastante considerable". Selección semanal de The New York Times publicada por El País,15 de abril de 2010. ---------------------------------------------------- Los archivos de IWETEL pueden ser consultados en: http://listserv.rediris.es/archives/iwetel.html ---------------------------------------------------- ---------------------------------------------------- Los archivos de IWETEL pueden ser consultados en: http://listserv.rediris.es/archives/iwetel.html ---------------------------------------------------- ---------------------------------------------------- Normas para el correcto uso del correo electrónico: http://www.rediris.es/mail/estilo.html ----------------------------------------------------