ECUADOR: SE INSTAURA JUNTA DE SALVACIÖN NACIONAL

Hace pocos minutos terminó, en el Palacio Presidencial, la reunión entre
el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y la Junta de Gobierno
formada en la mañana por el Coronel Lucio Gutierrez, Antonio Vargas
(Presidente de la CONAIE) y el Dr Carlos Solórzano C. (ex-Presidente de
la Corte Suprema de Justicia).
El resultado ha sido una integración de las Fuerzas Armadas alrededor de
la Junta. El Coronel Gutierrez ha renunciado a su nominación y asume su
puesto el Jefe del Comando Conjunto, Gral. Carlos Mendoza.
Este ha sido el resultado de varios días de lucha llevados adelante por
el movimiento popular en el Ecuador, que se había agrupado en dos
vertientes: la CONAIE y su Parlamento de los Pueblos, y el Frente
Patriótico. Esa lucha, en muchas provincias logró plenos niveles de
unidad que se manifestaron en acciones poderosas que recordaron la caída
del gobierno de Bucaram, cuatro años atrás.
Hoy, con apoyo de un sector de las Fuerzas Armadas que se desprendió de
la institución, formado por Coroneles y oficiales jóvenes, la CONAIE
tomó el Congreso y más tarde la Corte Suprema, acciones en las que tuvo
el apoyo de las organizaciones populares y partidos de izquierda
agrupados en el Frente Patriótico.
En provincias, el movimiento popular creció. Varias gobernaciones fueron
tomadas y, en algunos casos, desalojadas con posterioridad. En el
proceso, algunas personalidades progresistas o de izquierda eran
nombrados como gobernadores por el pueblo en las calles. En Azuay, se
formó una Junta Cívica que incluye a todos los sectores, encabezada por
Mons. Alberto Luna, obispo de Cuenca, el Rector de la Universidad, un
representante del Frente Popular y una representante de la Coordinadora
de Movimientos Sociales. En Guayaquil, donde fueron desalojados los
militantes del Frente Patriótico que se habían tomado la Gobernación,
horas más tarde esta fue tomada por coroneles que apoyaban el
levantamiento y recibieron el apoyo popular. Situaciones análogas han
sucedido en Esmeraldas, Carchi, Cotopaxi, Tungurahua, Sucumbíos y muchas
más provincias y localidades.
El levantamiento sigue, pues la acción del pueblo en las calles es
necesaria para garantizar la permanencia del nuevo gobierno ante las
amenazas de sectores oligárquicos de ir a derrocar a la Junta de
Salvación Nacional.
La lucha ha cobrado su cuota de muertos y heridos. En Manabí murió el
profesor Saltos, militante de la UNE y el Frente Popular, de una bala
disparada por la Policía. En Guayaquil, tres militantes del Frente
Patriótico fueron heridos de bala por los guardaespaldas de Alvaro Noboa
en momentos en que  las masas rechazaron e hicieron retirarse a este
oligarca bananero que consta en la lista de los cien más grandes
millonarios del mundo y que quizo aparecer en la lucha popular como
líder de la misma. Otro ciudadano fue atropellado por un vehículo de
Noboa. Esa ha sido la tónica de los engfrentamientos, a pesar de que la
división momentánea de las Fuerzas Armadas impidió que la represión
actúe con la fuerza esperada.
El acuerdo logrado por los sectores en pugna de las Fuerzas Armadas,
hace posible la salida pacífica y la defensa de su institucionalidad
castrense. Estos eran objetivos del alto mando y de los 150 oficiales
superiores que, en caso contrario, habrían salido de las Fuerzas
Armadas.

Los grandes derrotados de las jornadas vividas son el gobierno de la
derecha, la gran burguesía y el imperialismo. La oligarquía se pronunció
constantemente por la defensa del orden instituído y pedían una salida
constitucional, dejando el poder en manos del ex-Vicepresidente de la
República. En el mismo sentido, se reprodujeron numerosas llamadas desde
la Casa Blanca, la OEA, la Unión Europea y gobiernos como el de Perú,
Colombia, Chile, Bolivia y otros. Desde el departamento de Estado del
imperialismo yanqui se amenazó con aplicar al Ecuador medidas de bloqueo
económico similares a las aplicadas contra el heróico pueblo de Cuba, si
en Ecuador se rompía el orden Constitucional.
Es obvio que esas fuerzas reaccionarias no se quedarán tranquilas. Desde
ya hablan de que el nuevo gobierno no tiene legitimidad y expresan su
desprecio a que sectores populares, especialmente los indios, participen
en un gobierno del país. El forcejeo no ha terminado ni se puede
considerar ya irreversible lo vivido. Es el pueblo en las calles y
nombrando a sus nuevas autoridades, el que dirá hacia donde seguir.

El Frente Patriótico y los partidos de izquierda que lo conforman,
continúan expresando en las calles su respaldo a la Junta de Salvación
Nacional. El objetivo no es ser parte de la Junta, aunque el desarrollo
de los acontecimientos puede cambiar ese hecho, sino que lo que se busca
es la consolidación del nuevo gobierno y que el mismo tome medidas a
favor del pueblo. Para ello el Frente Patriótico insiste en la
aplicación del Programa de Gobierno Patriótico y de Unidad Nacional. Ese
apoyo, manifestado en la lucha popular y las tomas de las gobernaciones,
está también por encima de la corriente exclusivista de la CONAIE que
busca excluir a las fuerzas del Frente Patriótico.
En este sentido, los militantes del Frente Patriótico en unidad con la
CONAIE y demás fuerzas populares de las provincias, continuarán en cada
localidad consolidando instancias de gobierno provinciales y cantonales
que tengan un claro ingrediente popular y que den respaldo a la Junta de
Gobierno.
El pueblo ha dado pleno apoyo además al hecho de que se ha impedido la
salida del país del ex-presidente Mahuad y de otros funcionarios de su
gobierno. Mahuad está detenido y seguramente será juzgado por hambreador
y corrupto.

José Izquierdo.

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