[M-U] COLOMBIA: S.O.S: por la vida de la poblacin del Magdalena Medio. Accin Urgente de CREDHOS

2000-10-02 Por tema Red RESISTENCIA



COLOMBIA:

S.O.S por la vida de la población civil 
de la 
cuenca del rio Cimitarra
Acción Urgente de CREDHOS

From: 
Corporacion Regional para la Defensa de los Derechos Humanos [EMAIL PROTECTED]
Sent: Friday, 
September 29, 2000 5:28 PM
Subject:S.O.S. Valle del Rìo Cimitarra

La Corporación Regional para 
la Defensa de los Derechos Humanos –CREDHOS- hace denuncia pública de los hechos 
que se vienen presentando en la región del Magdalena Medio, en particular en las 
área comprendidas en el Valle del Río Cimitarra, municipios de Yondó (Antioquía) 
y Cantagallo (Bolívar).

Desde el pasado 11 de 
septiembre de 2.000 de desarrolla una incursión de por lo menos 300 
paramilitares pertenecientes a las Autodefensas Unidas de Colombia AUC, ACCU y 
ACMM de acuerdo a grafitis escritos por ellos en viviendas del sector. Estos 
hombres que portaban prendas de uso privativo del Ejercito Nacional y brazaletes 
de con las insignias mencionadas han arrasado saqueado y destruido las viviendas 
y pertenencias de los campesinos de la vereda la Esperanza, igualmente han 
matado los animales de los labriegos, destruido la ropa, y demás pertenencias de 
los habitantes de las veredas Cuatro Bocas, Puerto Machete, San Lorenzo, 
Coroncoros entre otras.

Se tiene conocimientos por 
informaciones de campesinos de la zona, que han^sido asesinados por los 
paramilitares entre 6 y 8 campesinos siendo enterrados por éste grupo armado en 
fosas comunes. Desde el día 11 de septiembre se presentan fuertes combates entre 
los paramilitares y la guerrilla que tiene presencia en la zona; como resultado 
de los combates y por la acción criminal de los paramilitares se han tenido que 
desplazar forzosamente un gran numero de familias que agrupan alrededor de 1.000 
personas y que hoy se encuentran en las cabeceras municipales de Barrancabermeja 
y Yondó principalmente y otros en la zona montañosa huyendo del peligro contra 
sus vidas y padeciendo todo tipo de atropellos.

Actualmente continúan 
presentándose combates y la situación para los civiles que aun se 
encuentran en la zona se agrava, pues se desarrollan bombardeos y 
ametrallamientos en la vereda sepultura por parte del Ejercito Nacional en los 
últimos días, con saldos desconocidos en perdida de vidas humanas de la 
población civil, pero si se habla de la destrucción parcial de la vereda en 
mención.

Según datos de la prensa y de 
la comisión humanitaria que recorrió la zona en días pasados, la situación 
humanitaria es dramática, agravada aún mas por la incertidumbre del fin de los 
combates y de los atropellos a la población civil.

De otro lado la situación en 
el casco urbano y rural de Yondó sigue agravándose, con nuevas asesinatos 
selectivos de personas civiles. El pasado fin de semana fueron asesinados en el 
casco urbano de Yondó, al parecer por las Autodefensas los señores JAIRO 
PANIAGUA y BENJAMIN DUARTE, además se conoció que fue asesinado en la vereda 
Caño Negro el señor DIOFANOR GUTIERREZ al parecer por la guerrilla. De la misma 
forma se vienen denunciando amenazas de muerte a un gran numero de personas en 
el área urbana de Yondó por parte de los Paramilitares, situación que ha 
obligado a muchas personas a abandonar la población dejando todas sus 
pertenencias en el propósito de salvar su vida.

Estos hechos ocurren en la 
zona, después de la reciente visita de una comisión de Amnistía internacional a 
la ciudad y al municipio de Yondó donde las autoridades civiles militares y 
policiales reafirmaran su decisión y compromiso constitucional y ante la 
comunidad internacional de salvaguardar la vida honra y bienes de la población 
civil.

Son estos casos los que hoy 
nos llama a pedir auxilio al Estado central y municipal de Yondó, Cantagallo y 
Barrancabermeja a que proteja la vida, honra y bienes de los ciudadanos de 
la zona del valle del río cimitarra, municipios de Yondó y 
Cantagallo.

SOLICITUDES

  
  Al Estado Colombiano se 
  integre de manera urgente una Comisión de Verificación 
  Interinstitucional Permanente que viaje a la zona, realice la 
  investigación y posibilite el esclarecimiento de los hechos, el 
  levantamiento de los cuerpos y garantice la asistencia humanitaria de 
  emergencia a la población víctimizada y desplazada.
  
  Del Presidente de la 
  república Dr. Andrés Pastrana A, plasmar con hechos sus reiterados anuncios de 
  acoger las recomendaciones de la oficina de la Alta Comisionada de 
  DD.HH. Sra. Mery Robinsón, defender íntegramente a la población 
  civil.
  
  Dar cumplimiento y 
  desarrollo a los acuerdos firmados por el presidente de la Republica Dr. 
  Andrés Pastrana con los voceros campesinos del Éxodo de 1.998 sobre todo en lo 
  concerniente a garantías de seguridad e inversión social.
  
  Garantizar los derechos 
  fundamentales, la vida, la integridad física y moral de la población civil y 
  el conjunto de las organizaciones de la población civil en los municipios de 
  la zona del valle del río Cimitarra.
  
 

[M-U] COLOMBIA: San Vicente del Caguán y Colombia.... Por Gabriel Angel

2000-10-02 Por tema Red RESISTENCIA



COLOMBIA:

El caso no es terminar con la zona 
de despeje sino despejar el resto del país de los verdaderos 
asesinos:

San Vicente del 
Caguán y Colombia,
dos situaciones 
distintas 

Por Gabriel Angel 


Miembro del 
Comité Temático de las FARC-EP
E-mail: [EMAIL PROTECTED]

San Vicente del Caguán, 
bautizada por algunos como la capital de la zona de despeje, se encuentra por 
estos días en el centro de un debate nacional. Las más encumbradas cortes 
judiciales y el ministerio público hacen coro junto a los altos mandos 
militares, los voceros de los gremios de la producción, las altas jerarquías de 
la iglesia, los editorialistas de la gran prensa reaccionaria y múltiples 
representantes del parlamento y el gobierno, para afirmar de manera enfática que 
no puede soportarse más el embeleco del área despejada para adelantar los 
diálogos con las FARC-EP.

Toda clase de argumentos han 
sido expuestos. Desde la fragmentación de la soberanía nacional hasta la 
custodia en ese espacio de menores retenidos, sin olvidar la escandalosa 
impunidad de que gozan los crímenes y atropellos de los guerrilleros contra la 
población intimidada. Desde la planeación de las horrendas tomas de pueblos 
hasta el regreso de los bandidos a este espacio con el fin de evadir la acción 
de las tropas oficiales, sin dejar de lado desde luego el recibimiento del 
aeropirata y su protección por parte de los alzados. No faltan los reclamos 
porque resulta además inútil, no hay acuerdos a la vista y la guerra no se ha 
detenido un solo instante.

Se acusa a las FARC también de 
aprovechar los 40.000 kilómetros cuadrados con el fin de prepararse de la mejor 
manera para el incremento de sus operaciones militares. La zona de despeje no 
fue creada para dictar cursos políticos o militares, ni para entrenar mandos y 
tropas para el combate, ni para la organización de milicias, ni para que se 
crearan células clandestinas de partido o del Movimiento Boliviariano, ni para 
realizar proselitismo político de ninguna forma. Se creó fue para instalar una 
mesa de diálogo con un ambiente de garantías que hiciera posible la presencia de 
los más importantes mandos de la insurgencia. Se ha vendido al país la idea de 
que las FARC en su totalidad, se han refugiado en la zona de despeje para hacer 
de las suyas, burlarse de todos y convertir San Vicente del Caguán en un 
campamento guerrillero en el que como dijera el señor Defensor del Pueblo, la 
población entera permanece como rehén. 

Así que la Colombia exterior a 
la zona de despeje guarda la más tenebrosa idea de este segmento del país. Un 
sudor frío recorre la piel de aquél a quien se menciona por alguna razón la 
posibilidad de viajar al infierno del Caguán. De los labios de más de veinte mil 
colombianos que han pasado por las audiencias públicas en Villa Nueva Colombia, 
hemos escuchado más de veinte mil veces también su propio relato acerca de los 
temores que abrigaban al llegar aquí. Prácticamente todos han pedido un teléfono 
para llamar a sus casas a informar que aún viven, que están bien, que las cosas 
no son como decían afuera, que están contentos, que era pura invención cuanto se 
hablaba allá. Que la guerrilla es otra cosa. Que San Vicente es un remanso de 
paz, en donde la gente trabaja y vive normalmente. Y que le dan es ganas de 
quedarse. No hay uno solo que no haya expresado de qué manera se le han 
derrumbado todas las ideas que traía sobre las FARC y la zona de despeje. 


Y es apenas natural que así 
ocurra. Los hechos pueden más que el discurso. A diferencia del resto del país, 
en la zona de despeje no hay un juez, ni un fiscal, ni un soldado, ni un 
policía, ni batallones del ejército o la armada, ni bases de la fuerza aérea, ni 
cuarteles paramilitares protegidos por todos ellos. Resulta increíble que 
quienes alegan que su ausencia es causante del supuesto régimen de terror que 
impera en la zona de despeje, sean los mismos que controlan un Estado en el que 
todos los días sin excepción se suceden las más espantosas masacres, un país en 
el que la amenaza de morir asesinado paraliza la denuncia, una Colombia en la 
que el pensamiento independiente se ve obligado al exilio o al silencio. 


El motor de ese país es una 
ciudad de Santander, Barrancabermeja, que se ahoga en el piélago del horror a 
orillas del Río Magdalena. Casi 400 asesinatos impunes en lo que va corrido de 
este año son la mejor muestra de la nefanda justicia que ofrece como modelo el 
régimen criminal a sus súbditos colombianos. Dos grandes batallones 
contrainsurgentes del Ejército Nacional, un batallón de la marina de guerra, un 
comando de policía con jurisdicción en todo el Magdalena Medio, helicópteros 
artillados que sobrevuelan durante todo el día el casco urbano y sus 
alrededores, tanques de guerra mezclados con el tráfico automotor por doquier, 
grupúsculos de soldados profesionales en las esquinas, patrullaje silencioso de 
los servicios de seguridad dependientes de la Presidencia de