Me parece muy tendencioso que en la pagina de aymara.org, solo haya articulos pro bolivianos y una pagina aymara debiera dar cabida todas las posiciones...
 
Transcribo una de la visiones de Chile sobre las relaciones bilaterales de Bolivia... para quen tambien la publiques, si es que eres imparcial Jorge...
 
 

TEMAS PUBLICOS                                                     INSTITUTO LIBERTAD Y DESARROLLO

N° 616     16 de Enero 2004                                                                        www.lyd.cl

 

Bolivia y su Ofensiva para el Centenario del Tratado de 1904

 

La ofensiva desencadenada por Bolivia para obtener un respaldo internacional a su pretensión  marítima puede tener negativas y graves consecuencias para el interés nacional.

La reciente polémica provocada por el presidente Carlos Mesa en la Cumbre de las Américas, en México, confirma que Bolivia continuará presionando por la cesión de soberanía nacional, contraviniendo el derecho internacional y trasladando a nuestro país una injustificada responsabilidad por los problemas internos bolivianos y por supuestas faltas en la cooperación bilateral.

Durante la ofensiva boliviana, los principios y definiciones de una política de Estado de Chile, que ha sido constante, han sido apropiadamente reafirmados.

Pero la notoriedad alcanzada por la pretensión boliviana en los foros mundiales demuestra, a la vez, la baja prioridad y una escasa previsión, con que se estaba manejando esta situación. No hubo anticipación diplomática al centenario del tratado de límites de 1904 ni de la Cumbre Iberoamericana de Santa Cruz en Bolivia de 2003. La reacción latinoamericana, sobre todo brasileña y argentina, revelan una labor y presencia regionales que son claramente inapropiados e insuficientes.

El presidente Ricardo Lagos ha definido con claridad la posición chilena, pero ello no basta; esta situación exige apoyar sus definiciones con una acción diplomática más amplia, mediante una extendida difusión de los planteamientos chilenos, de los antecedentes y bases históricas, de la realidad interna de Bolivia y de los esfuerzos de cooperación realizados por Chile; todo ello para disuadir a quienes pretenden entrometerse indebidamente en esta controversia y lograr comprensión sobre la política exterior chilena

en esta materia. Al mismo tiempo, en el plano interno es urgente conformar un grupo de expertos, sin consideraciones de militancias políticas. El Gobierno no puede prescindir de la experiencia de quienes han tenido responsabilidad en estas materias y dejar entregado su

análisis al debate político.

 

 La Improcedencia de los Planteamientos Bolivianos

 

1. Los límites con Bolivia quedaron definitivamente establecidos mediante el Tratado de 1904, veinte años después de la guerra del Pacífico, tras una tranquila negociación y luego de las consiguientes aprobaciones parlamentarias.

 

Bolivia obtuvo entonces una serie de franquicias que incluyen derecho de acceso y libertad de tránsito, el uso de los puertos chilenos, la construcción de un ferrocarril de Arica a la Paz, el pago de una alta suma en libras esterlinas y otras importantes contraprestaciones. El tratado ha funcionado por un siglo. El ochenta por ciento de las mercaderías bolivianas entra y sale por los puertos chilenos de Arica y Antofagasta. Bolivia tiene aduanas propias; almacena con ventajas económicas sus productos en depósitos especiales y su acceso al mar, como país sin litoral, está entre los mejores del mundo.

2. No existe, por tanto, propiamente una controversia entre Bolivia y Chile, puesto que no hay materia litigiosa; los derechos de cada uno están claramente establecidos, y por tanto, la aspiración boliviana para tener costa soberana es, una aspiración, un planteamiento y, en calidad de tal, tiene carácter estrictamente bilateral. Conforme al derecho de los tratados (intangibilidad y cumplimiento de los mismos), a los grandes principios de derecho internacional (no intervención, respeto a los tratados, autodeterminación), a las cartas de la ONU y de la OEA, y a la práctica universal, no cabe la injerencia en la cuestión planteada por Bolivia de terceros estados u organismos internacionales.

3. Sin embargo, Bolivia no ha renunciado a su planteamiento, que ha renovado en diversos foros, partiendo con su iniciativa en los años veinte ante la Sociedad de las Naciones.

 

En una sola oportunidad, Bolivia obtuvo un apoyo multilateral. En 1979, centenario de la guerra del Pacífico, la Asamblea de la OEA, reunida en Bolivia, logró hacer pasar una resolución que declaró de “interés hemisférico” encontrar una solución equitativa mediante la cual ella obtenga “acceso soberano y útil al Océano Pacífico” e inscribió el tema como “el problema marítimo de Bolivia”. Desde entonces, él es tratado en las asambleas de la OEA, que han reafirmado a la vez el interés regional

 

Pérdidas Territoriales Bolivianas

 

Con Brasil: 490.430 Km2

Con Perú: 250.000 Km2

Con Paraguay: 234.000 Km2

Con Argentina: 170.758 Km2

Con Chile: 120.000 Km2

 

y el tratamiento del problema por las partes concernidas, mientras Chile niega competencia a la OEA para el asunto.

4. Chile ha sabido siempre sortear las iniciativas bolivianas de multilateralizar su reclamo y, cuando se ha podido avanzar en conciliar los intereses bilaterales, las negociaciones han fracasado, con importante responsabilidad en cada caso de Bolivia.

El más relevante y reciente fracaso de negociaciones se experimentó en 1975 sobre un corredor al norte de Arica bajo conmutativas compensaciones territoriales.

El corredor fue rechazado por el Perú y, de revivirse, acarreará complicaciones con el Perú. Y tiene, a lo menos, tres problemas de fondo:

a) el destino de Arica, que podría verse comprometido, b) la pesca chilena, afectada por la pérdida de una rica franja de la zona de 200 millas y por el Acuerdo de Galápagos, esencial para ella, y que tendría que comprender a Bolivia y  c) las consecuencias de interponer la permanente inestabilidad boliviana en la frontera próxima entre Chile y Perú y sus derivaciones para el intercambio fluido con este último país.

5. Con ocasión de la Cumbre Iberoamericana de Santa Cruz, Bolivia intentó reposicionar internacionalmente el tema. Coayudó a ello la sede, el centenario del tratado limítrofe y una enorme crisis interna, que había concluido recién con la renuncia del Presidente. La ofensiva boliviana plantea una aparente imprevisión chilena. Así, el planteamiento boliviano fue apoyado por el Presidente de Venezuela, y logró un ofrecimiento de buenos oficios del Secretario General de la ONU y del Secretario General de la OEA, con desconocimiento de los títulos históricos y del derecho internacional.

En la cumbre de Monterrey, el asunto nuevamente estuvo presente con el patrocinio del presidente Hugo Chávez y las denuncias del presidente Mesa pero con la clara respuesta del presidente Lagos, que reiteró la política de Estado en esta materia en cuanto a que no hay una controversia de soberanía, que esta materia es bilateral y que Chile sigue abierto a mejorar la cooperación con Bolivia; adicionalmente, ofreció restablecer relaciones diplomáticas, lo que fue rechazado y condicionado por el presidente Mesa.

6. Bolivia atraviesa por una aguda crisis interna, derivada de un bajo crecimiento económico, en una sociedad en que dos tercios está situada bajo la línea de pobreza y un tercio en la pobreza extrema. Registra asimismo una aguda fragmentación social e, incluso, una potencial división a su unidad territorial por el rechazo de algunas provincias al populismo y a las políticas centralistas.

Según declaraciones de su actual Presidente, la economía está quebrada, en tanto los informes de organismos internacionales dan cuenta de un creciente e insoportable déficit fiscal y en cuenta corriente, con una reducción severa en la inversión extranjera por la desconfianza de la comunidad financiera y de negocios internacional. Adicionalmente, exhibe una larga experiencia de inestabilidad de sus gobernantes, con la mayor cantidad de interrupciones en los períodos presidenciales de todo el continente; evidencias de corrupción sistemática entre las mayores del mundo; débiles instituciones y un sistema político y electoral que dificulta la gobernabilidad y las negociaciones.

La representatividad y permanencia de sus actuales autoridades está cuestionada y sus gobernantes se encuentran acosados por intereses sectoriales y organizaciones populistas que impiden realizar cambios urgentes para mejorar la gobernabilidad e impulsar el crecimiento.

Sin embargo, Bolivia dispone de un empresariado capaz y de importantes recursos, entre ellos, la segunda reserva de gas del continente, cuyo desarrollo requiere 6 mil millones de dólares. Y con una capacidad de producir ingresos fiscales del orden de 400 millones anuales. Dicho proyecto se encuentra paralizado por razones políticas postergando las oportunidades de bienestar de su pueblo.

Este cuadro desolador ha permitido al presidente Mesa instrumentalizar la aspiración marítima e invocarle para justificar las fallas internas, mantenerse en el poder y estimular el apoyo internacional.

7. Hacia el futuro, un hito podría ser la Asamblea General de la OEA de junio. Cuando el tema sea tratado, puede haber nuevos intentos de multilaterizar el asunto, mediante una resolución que inste a las partes a negociar una solución o, como lo sugirió Gaviria, pidiéndole al Secretario General que interponga sus buenos oficios a disposición de las mismas.

 

Concluyendo

 

La posición chilena debe ser muy firme: se trata de un asunto resuelto por un tratado válido, de carácter bilateral, en el que no cabe injerencia de terceros ni de organismos multilaterales. Dar curso a que se multilateralice esta cuestión podría abrir camino a que se haga otro tanto con las casi veinte controversias y cincuentena de cuestiones pendientes en el continente americano. Cabe recordar que Bolivia perdió mayores superficies frente a otros vecinos: Brasil ( 490.430 Km 2 ), Perú ( 250.000 Km 2 ), Paraguay ( 234.000 Km 2 ) y Argentina ( 170.758 Km 2 ) ( ver mapa página 2 ). Un examen más extendido nos llevaría al caso de México y Estados Unidos. En el caso brasileño, este país ha obtenido algún territorio de cada uno de los demás sudamericanos, con la sola excepción de Chile con quien nunca ha limitado.

En cuanto a la posición de fondo, ella debe detenerse en los derechos que nos asisten y en la existencia de fronteras definidas y estables con Bolivia, que no admiten intervenciones foráneas.

Para entrar en un diálogo con Bolivia se requiere que su gobierno exhiba pruebas de estabilidad y abandone la utilización de presiones externas. Así como no se puede negociar bajo presión tampoco cabe hacerlo con un Gobierno cuyos acuerdos son precarios.

En todo caso, es urgente y conveniente que el Gobierno consulte con referentes nacionales, sin consideración de militancias políticas y constituya un grupo asesor integrado por expertos para que entreguen sus opiniones y se aboquen al problema de las relaciones con Bolivia.

Paralelamente corresponde incrementar la acción diplomática regional en defensa de nuestros derechos y en particular, para contrarrestar la intromisión extranjera que busca multilaterizar la aspiración marítima. No sólo hay indicadores evidentes de intentos de interferencia de Venezuela y Cuba, sino que además, son equívocas las intenciones de los gobiernos de Argentina, Brasil y México de participar en este diferendo. Tampoco debe excluirse una eventual intromisión de la Unión Europea por su competencia con Estados Unidos para influir en la Región

 



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