Francamente interesante las ideas que planteas Carlos. Algunas
reflexiones más basadas en torno a mi propia experiencia, y por ende, de
visión o alcance limitado pero creo que aun con todo, asimismo interesantes:
- Los departamentos de Biblioteconomía y Documentación así como las
carreras relativas a Biblioteconomía y Documentación deberían cambiar de
nombre y de currículo formativo como de hecho, algunas ya lo están
haciendo. En mi opinión debería incidirse en una denominación genérica
como Información y Documentación o incluso en alguna otra de más amplio
o largo recorrido como Nuevas Tecnologías de la Información (grado
en..., máster en..., Departamento de...).
- La formación en informática es simple y sencillamente esencial e
imprescindible. No sé si sería pertinente incorporar pogramación pura y
dura al currículo básico (Jose Ramón seguro que me diría que sí, sin
lugar a dudas :-) pero como mínimo, mínimo, incidir en gestión y
producción de bases de datos, en lenguajes de marcado de información
prestando especial atención a los estándares desarrollados por el W3C o
lo más importantes, en metainformación, en producción de taxonomías y
ontologías, en lenguajes documentales (todo lo que tenga que ver con la
Web Semántica), con el SEO, con la analítica web, CON LA INFORMACCIÓN
ACCESIBLE y la ACCESIBILIDAD, etc, etc, etc, creo que es imprescindible
e inaplazable. Han de tener presencia y más peso en los currículos
formativos.
- Las bibliotecas y los archivos como centros que pueden dar cabida a
los actuales y futuros titulados en nuestra disciplina tienen hoy día
una capacidad MÍNIMA E IRRISORIA para absorber a los mismos. Quizá con
la tremenda caida de matrículados en nuestras facultades esto cambie un
poco en los próximos años pero ahora mismo, en España (desconozco como
estará el tema en otros países), no se da esta situación, ni creo que
desafortunadamente, se dé en un corto/medio plazo. Los centros de
documentación y cualesquiera otras unidades de información en empresas
privadas TIENEN UNA TREMENDA NECESIDAD DE PROFESIONALES CUALIFICADOS QUE
LES AYUDEN EN SU DÍA A DÍA Y NO LO SABEN. El otro día me comentaba una
amiga que se había incorporado al departamento de documentación de una
empresa cómo funcionaba el tema por allí, en base al know how adquirido
a lo largo de los años por la gente que llevaba toda la vida en
plantilla y que tenían carencias formativas realmente importantes que
hacían que el trabajo se abordase como se abordaba y el resultado fuera
el que era. No vamos a reabrir de nuevo el melón del debate del
marketing y de lo mal o bien que nos vendemos pero lo que es también
otro hecho, es que hoy, 22 de junio de 2009, en plena era de la
Información (denominarla del Conocimiento es risible) en la empresa
privada no se nos conoce, no se sabe qué hacemos ni a qué ni nos
dedicamos, ni lo que podemos aportar. Algunas posibles soluciones, en mi
opinión, pues ya las he comentado en alguna que otra ocasión: los
titulados que blogueen, cuanto más mejor sobre aquello a lo que se
dedican, las asociaciones y colegios profesionales que hagan campañas
intensivas sobre la profesión en la medida de sus posibilidades y
recursos, y las facultades y departamentos que promuevan una mayor
colaboración con la empresa privada y con las administraciones públicas.
¿Más ideas?
- En cuanto a la remodelación de los currículos formativos en las
universidades, creo que huelga comentarlo pero no es tan fácil, ni
sencillo, ni simple como decirlo o desearlo. Las plantillas de los
departamentos actuales están consolidadas y los profesionales que
imparten la formación en ellos tienen su propia formación y sus propias
trayectorias académicas e investigadoras. Me consta que el trabajo que
hacen es, en muchas ocasiones y aunque se diga lo contrario, TITÁNICO,
MERITORIO Y DIGNO DE ELOGIO, y que constantemente se están reciclando en
su formación. Cuesta mucho, mucho, ser flexibles (qué poco me gusta esta
palabra por sus connotaciones) y el hecho de que trabajemos en el campo
de las NTI no puede obviarse en cuanto a lo bueno, que lo tiene y mucho,
y en cuanto a lo malo, que también lo tiene para nuestros profesionales
que imparten docencia universitaria.
- Hay un CAMPO TREMENDO, EXTRAORDINARIO Y PRÁCTICAMENTE VIRGEN, DESDE UN
PUNTO DE VISTA DOCUMENTAL, POR EXPLORAR: LA WORLD WIDE WEB. Las materias
y el currículum formativo, creo que deberían enfocarse cada vez más
hacia todo lo que tenga que ver con la World Wide Web. Tim Berners-Lee
en su momento propuso la creación de una carrera universitaria
precisamente dedicada exclusiva y únicamente a la red de redes.
Desconozco como quedaría esa iniciativa pero sinceramente, me parece
francamente importante. Las empresas de base tecnológica españolas, las
empresas ubicuas y las administraciones públicas ubicuas necesitan
profesionales formados en la World Wide Web. A ver cuando comienzan a
ofertarse oposiciones en los que se pidan perfiles como Arquitectos de
Información que, al menos en España, hacen mucha, mucha, mucha falta que
se incorporen a las administraciones públicas porque vaya desastre de
"administración electrónica" que tenemos (de bibliotecas 2.0 ya, ni
hablamos).
- Y para terminar, voy a romper una lanza a favor de mi campo específico
profesional. Se deberían incorporar a los currículos formativos
disciplinas tales como la Arquitectura de la Información, la
Visualización de Información y el Diseño de Información. En buena parte,
son el equivalente del siglo XXI a la
Biblioteconomía y Documentación y están mucho más focalizadas hacia los
actuales perfiles y demandas laborales. En España aunque se ha avanzado
espectacularmente en los 8 últimos años en estas áreas, siguen siendo
prácticamente campos vírgenes por explorar (y sobre todo en lo que a
I+D+i en Experiencia de Usuario, en las empresas privadas, se refiere).
Y en ellos, nosotros, tenemos mucho que decir y que aportar. En la
última entrevista para incorporarme al siguiente proyecto en el que
trabajo, la responsable del departamento que gestionaba ¿200 recursos
humanos? quizá más, me preguntó que qué tenía que ver la Biblioteconomía
y Documentación con la Arquitectura de la Información, qué como había
terminado trabajando en algo que, le parecía, no tenía ninguna relación.
Cuando le explicaba como en el año 2000 era de las pocas personas en
España que investigaban sobre el tema y a lo que me dedicaba se quedó
francamente sorprendida, SEO, ontologías, estructuración de la
información y organización, facetación del conocimiento... entre otras
cosas todo ello es Arquitectura de la Información en su esencia más pura
y dura. Buena parte de lo que se enseña en los actuales currículos es
Arquitectura de la Información, aunque en mi opinión, debería dejar de
focalizarse hacia un mundo de papel y a unos productos documentales de
papel, que día a día pierden peso y preeminencia, para centrarse en el
mundo digital, en los productos digitales, en la información digital y
en los nuevos soportes digitales. Si no lo hacemos nosotros, otros, lo
harán. El papel está muy bien, pero la realidad es la que es. El tren no
espera. Estas materias deberían incorporarse a los currículos.
Como he dicho al principio estas, no son más que algunas de las
reflexiones que me surgen en torno a mi experiencia y visión personal y
profesional, os toca...
Saludos
Francisco
Carlos Tejada escribió:
ThinkEPI: El debate de la formación universitaria en ByD: más allá de
Bolonia
Por Carlos M. Tejada Artigas
Profesor de la Facultad de Ciencias de la Documentación. UCM
Miembro del Grupo ThinkEPI
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