Estamos barajando tres conceptos diferentes: denominación profesional, 
competencias profesionales y retribución del profesional. Yo entiendo que el 
reto al que nos enfrentamos es a que nuestro colectivo profesional se le  
reconozca socialmente la competencia para realizar unas funciones que reportan 
alto valor a las organizaciones -y que por lo tanto están muy bien remuneradas- 
y que superan ampliamente las que tradicionalmente nos vienen asignadas. Pero 
también pienso que la mayoría de las organizaciones, tanto púbicas como 
privadas, todavía deben madurar mucho para entender el valor que les puede 
aportar estas nuevas funciones que nosostros estamos reclamando como propias.

Organizaciones concienciadas y profesionales capacitados. Si conseguimos eso, 
lo del nombre seguramente sea hasta secundario.

__________________________________________
 
Miguel Ángel del Prado Martínez
Servicio de Documentación y Archivos
Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa Aragonesa (CEPYME ARAGÓN)
C/ Santander, 36, 2ª planta
50010 Zaragoza
Tfno. 976 766060
http://cepymearagon.blogspot.com/
mpr...@cepymearagon.es
  ----- Original Message ----- 
  From: Catuxa Seoane 
  To: IWETEL@LISTSERV.REDIRIS.ES 
  Sent: Friday, December 11, 2009 11:13 AM
  Subject: [IWETEL] El futuro de la Biblioteconomía


  Hace unas semanas la Biblioteca del Instituto Internacional en colaboración 
con la Embajada de los Estados Unidos en España organizaron una jornada para 
discutir sobre el futuro de la profesión en donde intervinieron  Eric Lease 
Morgan, encargado del Departamento de Acceso Digital y Arquitectura de la 
Información de la Biblioteca de la Universidad de Notre Dame, Indiana (EE.UU.), 
y de Virginia Ortíz-Repiso, directora del Departamento de Biblioteconomía y 
Documentación de la Universidad Carlos III y que gracias al post de Ruth Lopez 
Zazo http://www.ucm.es/BUCM/blogs/boletinbibliotecario/1084.php publicado en 
uno de los blogs de la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid 
podemos enterarnos de lo que allí se contó.


  Os recomiendo el artículo, a texto completo de la conferencia de Eric Lease 
Morgan A few possibilities for librarianship by 2015, 
http://infomotions.com/musings/future-2015/ donde nos da algunos consejos para 
que el futuro de la Biblioteconomía sea prometedor y que resumo 
fundamentalmente en uno: poner el contenido en su contexto o lo que es lo 
mismo, que la información, el contenido de nuestros fondos (sean estos de la 
naturaleza que sean: impresos, electrónicos, en línea…) sean de más fácil 
acceso lo que quiere decir que debemos reflexionar sobre el funcionamiento y la 
utilidad de nuestros catálogos, ofrecerles la información que realmente puede 
ser de utilidad más allá de la típica ficha catalográfica: 

    annotate, compare & contrast, create flip book, do concordance against, 
find opposite, find similar, highlight, incorporate into syllabus, plot on a 
map, print, rate, review, save, share, summarize, tag, trace citation, 
translate, etc.


  Además de la excelente conferencia de Lease Morgan, que ya es un dato a tener 
en cuenta para pensar en el futuro de la biblioteconomía, el hecho de que Lease 
Morgan ostente el cargo de “encargado del Departamento de Acceso Digital y 
Arquitectura de la Información de la Biblioteca de la Universidad de Notre 
Dame“, eso no implica que no sea, de formación bibliotecaria, sino que en 
algunas organizaciones, por fin,  se han dado cuenta de que:

  1) La profesión ha evolucionado, las necesidades de información y los modos 
de búsqueda no son las mismas de antaño

  2) El nombre IMPORTA, si queremos hacernos visibles, respetados y valorados, 
no es lo mismo que en tu tarjeta de visita ponga que eres bibliotecario (con el 
desprestigio que lleva asociada esa etiqueta: cualquiera vale para 
bibliotecario, el bibliotecario está todo el día leyendo, el trabajo del 
bibliotecario consiste en pasar libros por un codigo de barras…) a que diga que 
eres Gestor de información,  y para muestra el post de Marcos Ros “No me llames 
bibliotecario, llámame …” donde nos cuenta  que  Nancy Friedberg escribía en el 
diario The New York Times, en octubre de 2001 que el nombre que pudiese definir 
un puesto de trabajo podía hacer cambiar significativamente la retribución que 
se podía obtener por él: para un puesto denominado Bibliotecario (Librarian) 
una persona podía ganar hasta 27.000 $ al año, pero si se cambiaba esa 
designación por Especialista en la gestión de la información (Information – 
management specialist), el puesto podría aumentar hasta 100.000 $.

  Quizás ahora que la carrera ha cambiado de nombre y los futuros 
bibliotecarios y documentalistas están estudiando el grado en Información y 
Documentación, la profesión empiece a revalorizarse, o quizás debemos 
cambiarnos también de nombre y convertirnos en brokers de información, o 
invertir más en campañas de reconocimiento profesional como la del Index Murcia 
http://www.indexmurcia.org/documentos/promocion/folleto_index_final.pdf y dar a 
conocer a la Sociedad, qué podemos hacer por ellos.




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  Catuxa Seoane http://catuxa.googlepages.com
  Documentalista
  Deakialli DocuMental (http://www.deakialli.com) :: Bitácora sobre
  biblioteconomía, AI y recuperación de información


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virus 4678 (20091211) __________

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